Por: Víctor M. Zendejas Orozco*
Ya en la década de los años 70 del siglo pasado el incisivo caricaturista Rius (Eduardo del Río), creador de las historietas Lo Supermachos y Los Agachados, hizo una severa crítica al creciente monstruo de las farmacéuticas.
Una de esas críticas fue en su libro No consulte a su médico, el cual está aún en venta en Tienda Kindle de Amazon. En una de sus historietas cita la mordaza que las trasnacionales farmacéuticas imponen a legisladores, gobiernos y comunicadores mediante sobornos disfrazados de congresos, viajes de presentación de sus medicamentos, con todo pagado en lujosos hoteles y restaurantes.
En parte de sus memorias, compiladas en uno de sus libros, La llave de la salud, el libertador de la India, Mahatma Gandhi, cuestiona severamente los medicamentos alopáticos y a sus fabricantes al tiempo que promueve los hábitos de una alimentación natural en contra de las vacunas para mantener una excelente salud.
Nada ha cambiado desde entonces. La editorial que publica la obra de Rius lo presenta así: “Este libro es una apología descarada de esa filosofía práctica conocida popularmente como naturalismo, enemigo público de las firmas farmacéuticas internacionales y de los fabricantes globalizados de frituras, comidas rápida, bebidas embotelladas y demás chatarras que nos abruman y envenenan.
Como explica qué se debe comer para no enfermarse nunca, es también un tratadito de medicina preventiva, muy elemental; tanto, que podría sintetizarse en la siguiente sentencia: la mejor medicina consiste en vivir con la naturaleza, no contra ella. Coma, pues, sólo productos naturales.”
A partir de entonces mucho hubo por investigar para desnudar y dar a conocer las trampas de las poderosas farmacéuticas y de la misma solapadora Organización Mundial de la Salud (OMS), con sus amordazados como en el periodismo de agachada donde es más cómodo obedecer los dictados de los fabricantes de veneno mediante sus boletines y conferencias que investigar a fondo y denunciar lo indecible de esa nueva inquisición que solo le interesa administrar a enfermedad en contra de la salud.
Por ejemplo, ninguna o ningún comunicador de medios nacionales tuvo un mínimo de flujo sanguíneo cerebral para investigar y documentar la noticia que se dio a nivel mundial, que salió de la oficina del mismo procurador general de Texas, Ken Paxton, acerca de la acción legal que éste tomó en contra de Pfizer Inc., “por mal representar ilegalmente la efectividad de la vacuna contra el COVID-19 de la compañía e intentar censurar la discusión pública del producto.”
De acuerdo con el comunicado emitido por la oficina del fiscal, “Pfizer incurrió en datos y prácticas falsos y engañosos al hacer afirmaciones infundadas con respecto a la vacuna COVID-19 de la compañía en violación a la Ley de Prácticas Comerciales Engañosas de Texas. Pfizer se embarcó en una campaña para intimidar al público para se vacune como una medida necesaria para proteger a sus seres queridos.”
El comunicado asienta sobre Pfizer, empresa que en 2022 facturó solo por su medicamente contra el COVID-19 más de 100 mil 300 millones de dólares, según el especialista en negocios del portal de noticias Cinco Días45, Alfonso Simón Ruíz: “el producto de Pfizer no estuvo a la altura de las declaraciones de la compañía. Los casos de COVID-19 aumentaron después de la administración generalizada de la vacuna, y algunas áreas vieron un mayor porcentaje de muertes por COVID-19 entre la población vacunada que entre los no vacunados.”
Así como ese caso, hay cientos a nivel internacional en contra de las farmacéuticas que para muchos comunicadores y sus patrones no se tocan ni con el pétalo de una rosa. En redes circula masivamente un breve video donde el médico Peter Gotzsche, director del Centro Médico Cochrane en Copenhague y profesor de diseño y análisis de investigación en la Universidad de Copenhague asevera, como otros muchos:
“Hace años descubrí que nuestros medicamentos recetados son la tercera causa de muerte, después de las enfermedades cardiacas y el cáncer. Nuestros fármacos matan como 200 mil personas en Estados Unidos cada año y la mitad de estas personas mueren mientras hacen lo que su médico les ha dicho”. ¿Es difícil ante tanta tecnología de la comunicación contactar a esa personalidad y pedirle una entrevista?
En la última semana de 2023 adquirí, entre otras, la edición que me inquietaba desde hace tiempo “Cerebro de Pan”. En el mismo, el reconocido doctor David Perlmutter hace una severa crítica a las farmacéuticas, como miles hay en medios y redes universales, pero que han dejado de lado los lacayos de la tecla y sus patrones.
*Presidente de la ONG Franature