Por: Víctor M. Zendejas Orozco*
Con el título “Petróleo, gas y un canal: ¿hasta dónde llegan las raíces del conflicto palestino-israelí?”, la analista Irina Furtula refiere en el portal de noticias ruso RT que “los territorios palestinos tienen reservas abundantes de gas natural y petróleo, que se valoran en miles de millones de dólares, pero al pueblo palestino se le priva de estos ingresos, mientras Israel, con el apoyo de Estados Unidos, aspira a convertirse en un actor global clave en el mercado energético.”
Según Irina Furtula, Israel podría perseguir más allá de la guerra y el exterminio de los palestinos intereses de hegemonía económica y financiera ya que, de acuerdo con su análisis, en 2019, un estudio de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) reveló que “geólogos y economistas han confirmado que el territorio palestino ocupado se encuentra sobre importantes reservas de petróleo y gas natural, en el Área C de Cisjordania y la costa mediterránea frente a la Franja de Gaza.
“Hasta la fecha, los costos reales y de oportunidad de la ocupación exclusivamente en el ámbito del petróleo y el gas natural ha acumulado decenas, si no cientos, de miles de millones de dólares.”
La analista cita que en 1999, las autoridades de Palestina firmaron un acuerdo con la petrolera británica British Gas (BG) y le concedieron la licencia para operaciones en el área.
“Así, en septiembre de 2000 fue perforado el pozo de exploración Gaza Marine-1 (GM-1) a una profundidad de 603 metros en el mar, a 36 kilómetros al oeste de la Ciudad de Gaza, y luego, aproximadamente a 5 km al suroeste de GM-1, fue perforado el pozo Gaza Marine-2 (GM-2).
“El valor aproximado de estas reservas de gas, fue estimado entonces entre 2 mil y 6 mil millones de dólares”, citó The New York Times a las autoridades palestinas. En esta zona las reservas de gas natural pueden alcanzar hasta 1.4 billones de pies cúbicos (más de 39 mil 600 millones de metros cúbicos), además de al menos mil 500 millones de barriles de petróleo”, Para Yaser Arafat, entonces, ese descubrimiento fue “un regalo de Dos”
De acuerdo con Irina Furtula. “en Israel siempre ha habido oposición, negando el derecho de los palestinos a explotar sus recursos naturales. Un consorcio israelí de exploración de gas presentó una demanda ante tribunales hebreos con el fin de bloquear las perforaciones en Gaza, alegando que la Autoridad Palestina carecía de estatus legal para otorgar permisos de exploración de energía.”
“Pero después de que, en 2007, tras las elecciones legislativas el movimiento palestino Hamás —considerado por Israel terrorista— este llegara al poder en la Franja de Gaza, Israel pasó de las acciones legales a las ofensivas (militares). Con el apoyo de Estados Unidos, Tel Aviv en 2008 lanzó su operación Plomo Fundido sobre el enclave palestino, dejando tras de sí más de 1.400 palestinos muertos y apoderándose de los yacimientos de gas en las aguas territoriales palestinas.
Irina Furtula concluye: “En 2010, frente a la costa mediterránea de Israel, se descubrió el yacimiento gasístico marino Leviatán, que cuenta con unas reservas de gas estimadas de 470 mil millones de metros cúbicos y mil 700 millones de barriles de petróleo recuperable. Estas cifras —valoradas, según los precios de 2017, en 453 mil millones y 71 mil millones de dólares, respectivamente— incluyen las riquezas naturales pertenecientes a Gaza.
“Desde entonces, al pueblo palestino se le niega el derecho a explotar los recursos de petróleo y gas natural y, por tanto, se le priva de miles de millones de dólares en ingresos”.
Ahora, con base en ese análisis de la especialista para RT, podría deducirse por qué el mezquino interés de Estados Unidos e Israel de no querer dar cabida a la propuesta hecha hace décadas de dos estados: el de Israel y Palestina, pues esta última tendría derechos univerales para ser reconocida como garante de sus propios recursos y sus demandas ante cortes internacionales pondrían en jaque a Tel Aviv.
*Presidente de la ONG Franature