Valle de México, a 30 de agosto.- El Estado de México encabezó la lista de entidades con el mayor número de muertes fetales sucedidas en el país durante el año 2020, al sumar 4 mil 154, es decir, el 18.5 por ciento de las 22 mil 637 registradas en la República.

Detrás quedaron la Ciudad de México (1,955, 8.64 por ciento), Guanajuato (1,604, 7.09 por ciento); Puebla (1,453, 6.42 por ciento); Jalisco (1,320, 5.83 por ciento), Chiapas (1,116, 4.93 por ciento) y Veracruz (1,026 (4.53 por ciento).

Información difundida por el INEGI estableció que las muertes reportadas corresponden a una tasa nacional de 6.7 por cada 10 mil mujeres en edad fértil, y que el 82.9 por ciento ocurrieron antes del parto, 15.6 por ciento durante el parto y en 1.5 por ciento de los casos no fue especificado. 

El instituto refirió que por sexo del feto, 11 mil 881 muertes fetales (52.5 por ciento) correspondieron a hombres y 8 mil 873 a mujeres (39.2 por ciento); 8.3 por ciento correspondió a casos en los que el sexo no fue especificado. 

La SSA y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) atendieron 67.3 por ciento de los procesos de gestación que concluyeron en defunción fetal. Por su parte, las unidades médicas privadas atendieron el 17.1 or ciento de ellos. 

De las personas que certificaron la muerte, 96.2 por ciento corresponde a médicos, 1.1 por ciento a no médicos (personas autorizadas por la SSA, Autoridad Civil), 1.1 por ciento a otro personal y 1.6 por ciento no lo especificó. 

El documento detalló que 81.7 por ciento de mujeres sí recibieron atención prenatal. De ellas, 65.4 por ciento recibieron entre 1 y 5 consultas, 29.4 por ciento entre 6 y 10, 2.2 por ciento tuvo entre 11 y 15 consultas.

Además, 0.5% asistió a consulta médica entre 16 y 20 veces y sólo 0.1 por ciento recibió más de 20 consultas durante el proceso de gestación que tuvo como desenlace una defunción fetal. El 2.4 por ciento de las mujeres que asistieron a consulta no especificó la cantidad de ellas. 

Del total de embarazos que terminaron en muerte fetal 15 mil 230 fueron atendidos por médicos gineco-obstetras y 5 mil 805 por otro tipo de médico. En contraparte, el personal que menos atendió este tipo de procedimiento fueron las enfermeras con 50 casos. 

El 88.8 por ciento de mujeres que tuvieron un embarazo que derivó en la muerte del producto, manifestó no hablar alguna lengua indígena, en tanto que 1, 353 mujeres indicaron que sí la hablan. 

El 69.5 por ciento de mujeres que durante 2020 tuvieron un embarazo que terminó en la muerte del producto dijo no trabajar, 25.1 por ciento sí lo hacía y 5.4 por ciento no lo especificó. 

La tasa nacional de embarazos que terminaron en muerte fetal por cada 10 mil mujeres en edad fértil (15-49 años) es de 6.7. Las entidades federativas que presentan las tasas más altas son Aguascalientes (10.6), Guanajuato (9.5) y San Luis Potosí (con 8.9).

El Estado de México se ubicó en el rango de entre 7 a 11 casos, también entre las más altas. Las que presentan las tasas más bajas son Sinaloa (3.1), Oaxaca (3.8) y Michoacán de Ocampo (4.0). 

Las principales causas de muerte fetal son las que tienen que ver con las afectaciones que tuvo el feto por factores maternos y por complicaciones del embarazo, del trabajo de parto y del parto con 45.4 por ciento, seguidas de otros trastornos originados en el periodo perinatal con 28.9 por ciento. 

Los grupos de edad de las mujeres que concentran el mayor número de embarazos con alguna complicación que terminó con la muerte del producto son el de 20 a 24 años con un 23.9 por ciento, el de 25 a 29 con 22.6 por ciento, y el de 30 a 34 con 18.8 por ciento que en conjunto ascienden a 65.3 por ciento del total.

En relación con el estado conyugal de la madre, el mayor número de casos de embarazo que derivó en la muerte del producto se presentó en mujeres que se encontraban en unión libre con 12 mil 100 (53.45 por ciento), seguido de quienes reportaron estar casadas con 6 141 (27.13 por ciento). 

La menor incidencia se presenta entre quienes manifestaron ser viudas, con 41 casos. El resto de las categorías y sus magnitudes se aprecia en la siguiente gráfica. 

En la escolaridad de la madre, predomina el nivel de secundaria que resultó similar al del año anterior (36.6 por ciento), representando 36.1 por ciento del total.