Opinión

El Papa Francisco y la economía mundial post-Covid: Preparar el Futuro/Javier Ortiz de Montellano

Javier Ortiz

Por Javier Ortiz de Montellano

Apenas una semana después de que la Organización Mundial de la Salud anunció oficialmente la pandemia del Covid-19, el 20 de marzo de 2020 el Papa Francisco creó una Comisión Vaticana para abordar los desafíos de la crisis del Covid-19 y Preparar el Futuro.

Dicha Comisión fue organizada en 5 grupos de trabajo coordinados por una Dirección que depende directamente del Santo Padre y compuesta por el cardenal Peter K. A. Turkson, un ghanés con potencial papable, prefecto del DSDHI ((Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral), un importante “ministerio” del Vaticano.

El “Proyecto Covid – construyendo un futuro mejor”, fue creado en colaboración por los Dicasterios para la Comunicación y el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, que buscan ofrecer un camino que desde el final de la pandemia lleve al inicio de una nueva fraternidad.

En agosto de 2021 el Papa Francisco nombró a sor Alessandra Smerilli, religiosa de las Hijas de María Auxiliadora, como Secretaria Interina del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral y delegada de la Comisión Vaticana Covid-19.

Nacida en Vasto, provincia de Chieti, en 1974, la Hermana Smerilli desde marzo de 2021 fue subsecretaria del Dicasterio y coordinadora del Grupo de Trabajo de Economía de la Comisión Vaticana Covid-19, que se ocupa “de la investigación y el estudio de la pandemia, para reflexionar sobre la sociedad y el mundo post-COVID-19, en particular en los campos del medio ambiente, la economía, el trabajo, la sanidad, la política, la comunicación y la seguridad”.

La religiosa Smerilli es una destacada economista y recibió el galardón de Oficial de la Orden de la Estrella de Italia, en reconocimiento de su intensa actividad docente e investigadora, así como el compromiso de promover una mayor conciencia ética en la economía y finanzas, en particular hacia los jóvenes. Asimismo, la distinción destaca la relevancia del perfil académico de la profesora Smerilli, catedrática de Economía Política de la Pontificia Facultad de Educación ‘Auxilium’ y coordinadora del ‘Taskforce Economics’ de la Comisión del Vaticano para el Covid-19 establecida por el Papa Francisco.

Por primera vez en la larga historia de la Santa Sede, esa Comisión mezcla el trabajo de religiosos con el de otras instituciones, como la de Potsdam, Georgetown o el World Resources Institute, etc. El objetivo que buscan es tratar de dar soluciones para crear un mundo mejor post coronavirus.

También algunas economistas laicas han logrado el reconocimiento del Papa Francisco y de gran parte del orbe por sus reflexiones sobre la evolución del futuro mundo postcovid.

El Papa Francisco ha animado a leer el libro El valor de las cosas, quién produce y quién gana en la economía global (Editorial Taurus, 2019), de la economista ítalo-inglesa Mariana Mazzucato, desde que el coronavirus azota con una crisis económica como ninguna otra en el último siglo. “Creo que su libro ayuda a pensar el futuro”, señaló el Pontífice. Y la incorporó a la sesión informativa semanal que convoca el Vaticano para escuchar ideas, cuya participación se realiza a través de Zoom con la académica en su casa de Londres.

Más recientemente, en mayo de 2021, Mazzucato publicó otro libro, ‘Misión Economía’ : Una Guía para cambiar el Capitalismo, nuevamente alertando del debilitamiento del Estado y de la necesidad de que los Gobiernos adopten una posición activa en el diseño del modelo económico.

Las reflexiones del Papa durante el confinamiento incluyen la mención a otra destacada economista, la británica Kate Raworth, autora de Doughnut Economics, Economía de rosquilla (o de la Dona): 7 maneras de pensar en la economía del siglo XXI (Barcelona, Ediciones Paidós, 2018). Fue en la Universidad de Oxford donde Raworth dedicó tiempo a reflexionar y escribir un libro contestatario que desafía la obsesión con el crecimiento y sus medidas obsoletas y que ha tenido eco en los debates críticos sobre la naturaleza de la disciplina económica.

Otras economistas han destacado recientemente por sus análisis, sus observaciones y reflexiones sobre las perspectivas para la economía postcovid posible del mundo del siglo 21, como son Esther Duflo (Premio Nobel de Economía en 2019), Stephanie Kelton (una de las principales divulgadoras de la llamada Teoría Monetaria Moderna). Básicamente, Kelton destruye el mito de que el Déficit Público es nocivo: “Gastar o no gastar es una decisión política no de limitación de dinero”. “Los déficits públicos pueden ayudar a solucionar muchos problemas si se deja de pensar en ellos como si fueran el demonio”. Son algunos de los mensajes de su libro ‘El mito del déficit’, que a raíz de la pandemia del Covid-19 han encontrado aplicación en casi todo el mundo (excepción notable de México, cuyas autoridades no quisieron recurrir a incrementar el déficit público para impulsar la economía).

Carlota Pérez es la veterana de esta pléyade de economistas que están revolucionando su campo al cuestionar el significado de todo, desde ‘valor’ y ‘deuda’ hasta ‘crecimiento’ y ‘PIB’. Carlota Pérez es una académica venezolana británica experta en tecnología y en desarrollo socioeconómico. Es conocida, especialmente, por su concepto de cambio de paradigma tecnoeconómico y su teoría sobre grandes oleadas de desarrollo, una reelaboración de los ciclos de Kondratieff.

Su libro de avanzada: Revoluciones tecnológicas y capital financiero: La dinámica de las grandes burbujas financieras y las épocas de bonanza, 2003.

Esta destacada académica piensa que las vidas en el futuro se construirán sobre una economía circular que multiplique los servicios e intangibles que ofrezcan un crecimiento ilimitado (y menos dañino para el medio ambiente). Apunta hacia revoluciones tecnológicas que creen nuevos estilos de vida. Dice que podemos verlas emerger, más servicios en lugar de más cosas, trabajo activo y creativo, un enfoque en la salud y la atención, un movimiento hacia la energía solar, uso intenso de internet, preferencia por la personalización sobre la conformidad, alquiler vs posesión y reciclaje sobre residuos.

Pero si le parece, comentaremos más de sus vastas obras en futuras ocasiones.