Por Vidal Vidal Ibarra Puig[i]

En la semana que recién terminó, especialmente el jueves 25 y el viernes 26, los mercados internacionales y el mexicano experimentaron tendencias negativas, tanto en el sector bursátil como en las divisas.

La aparición de la variante “Omicron” del virus del Covid19, provocó los temores de una recaída de la actividad económica, pues parece ser que es una variante que se propaga más rápidamente y que afecta incluso a las personas ya vacunadas, por lo que los avances logrados hasta ahora podrían perderse. Eso sin contar la cuarta ola de contagios del virus covid 19 que se está extendiendo por Europa y al parecer ya en los Estados Unidos, sin que haya hasta el momento una explicación convincente del porqué de esta nueva etapa de contagios. Todo esto hizo que los inversionistas buscaran refugio en un activo seguro, como lo es el dólar y los bonos del gobierno estadounidense (el jueves 25 de noviembre el dólar llegó a cotizarse a 0.89 euros por dólar, para disminuir un poco el viernes a 0.88; el jueves 28 de octubre estaba a 0.86 euros por dólar).

México no fue la excepción a dichos movimientos: el índice de la Bolsa Mexicana de Valores cayó, al igual que la mayoría de las bolsas más importantes, y el mercado cambiario se agitó mucho, influenciado además por decisiones de política interna nacionales. Veamos.

¿Por qué reaccionaron tan negativamente los mercados a la propuesta de gobernadora del Banco de México? No fue, como dijo amlo desde su estrecho punto de vista, por una cuestión machista, pues hay muchas mujeres trabajando en el sistema financiero. Hay dos razones fundamentales. Las dos igual de graves. Una es que la señora propuesta para ser gobernadora de Banxico no sabe de política monetaria, y su voto de calidad será definitorio al momento de decidir, por ejemplo, si subir o bajar las tasas de interés en caso de un empate en la junta directiva del Banxico. La otra razón es que su nombramiento amenaza con disminuir la autonomía del Banco central, pues esta persona tratará de agradecer siempre a amlo por su nombramiento (el cual viola la Ley del Banxico), así como por desconocimiento de la materia, pues se inclinaría por decisiones que le gusten más al gobierno central. Esto significaría muy probablemente regresar a la década de los setentas y ochentas del siglo pasado, con altos déficit presupuestales y alta inflación. Esto es lo que temen los mercados.

Pero además el panorama para la economía mexicana pinta mal.

El INEGI informó que el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) mostró una disminución de 0.4% en términos reales en el mes de septiembre del año en curso, respecto al mes de agosto, con cifras desestacionalizadas. Por grandes grupos de actividades, las Primarias y las Secundarias descendieron 1.4% cada una y las actividades Terciarias se redujeron 0.3% durante septiembre de 2021 frente al mes precedente. En otras palabras, la economía va para abajo.

Va para abajo la economía pues lo malo es que el mes pasado y otros anteriores también descendió, a pesar de que, como ya hemos señalado, la economía de EEUU sigue creciendo; lento, pero crece. Y como ya hemos comentado: antes si la economía estadounidense crecía, también lo hacía la mexicana. Ahora ya no. Algo se está haciendo mal.

Pero lo delicado además es que, de los tres grandes rubros de actividad, el caso del sector primario, donde se encuentra el sector agropecuario, tiene una tendencia decreciente desde mayo de este año ¿se ha fijado usted que los precios de los productos alimenticios se han incrementado fuertemente en el último año? Una de las explicaciones es en base a la ley de la oferta y la demanda: si la oferta es baja y hay mucha demanda, los precios suben.

Por otro lado, la información oportuna de comercio exterior de octubre de 2021, proporcionada también por el INEGI, indica un déficit comercial de 2,701 millones de dólares, saldo que se compara muy mal con el superávit de 6,256 millones de dólares obtenido en igual mes de 2020. Con este dato de septiembre de este año, los primeros diez meses de este año la balanza comercial presentó un déficit de 11,970 millones de dólares. Es de notar que durante 2019 y 2020, tuvimos una balanza comercial superavitaria, de 5,362 millones de dólares en 2019, y de 34,013 millones de dólares en 2020. Pues ahora, con tan sólo nueve meses, ya llevamos un déficit acumulado de 11,970 millones de dólares. Insistimos en que no se está llevando bien el manejo de la economía.

¿Cómo se puede mejorar el desempeño de la economía? Es una respuesta que abarca varios aspectos.

En primer lugar, se debe incrementar fuertemente el rimo de vacunación para toda la población. La información disponible señala que solo el 50 por ciento de la población está completamente inmunizada, estando por debajo de países como El Salvador, Argentina, República Dominicana; que ya han vacunado a sus poblaciones y comienzan a recuperarse económicamente. Pero además en México hay una actitud negativa por parte del gobierno para vacunar a los menores de 18 años; hasta muy recientemente se aprobó apenas vacunar a los jóvenes de 15 a 17 años.

Otra medida es aumentar y mejorar el gasto de inversión, pero de manera transparente y en proyectos que vean por el desarrollo del país a largo plazo. La opacidad que reina en las construcciones públicas actuales, reforzada además por el reciente decreto de amlo de volver secreta la información de los gastos en infraestructura que realice el estado, no ayuda en nada a la transparencia.

Dar certidumbre a los inversionistas y no ahuyentarlos de lo que saben hacer: invertir, es otra idea. La creación de una empresa militar para construir infraestructura, con el falso pretexto de la búsqueda de honestidad, aleja a los inversionistas y su manejo podría ser muy inoperante, pues hasta la fecha la falta de transparencia debido a asignaciones directas de contratos, sin licitación, es lo que priva en las obras construidas bajo órdenes castrenses.

Y en el aspecto social, en general, dejar de dividir a los mexicanos y dejar de militarizar al país. En su etapa de campaña, amlo y sus seguidores denostaban al gobierno de EPN por tener a los militares en la calle; y ahora estamos con los militares en todo tipo de actividades de la vida económica y social. Eso debe de terminar y debemos de regresar a un país gobernado por civiles. Las evaluaciones internacionales castigarán esta tendencia de la actual administración.

Estos son solo algunos de los aspectos que debería mejorar el gobierno ¿Tiene usted en sus manos, estimada lectora, estimado lector, algunas ideas adicionales para que este país mejore?

[i] Doctor en economía por Sciences Po París; profesor en el Departamento de Economía de la UAM Azcapotzalco, viip@azc.uam.mx