***A nivel nacional, con alto o moderado estrés financiero están 7 de cada 10; 48.4 por ciento dijo sentir preocupación de que las deudas se acumulen y 16.1 por ciento consideró que su nivel de deuda era alta o excesiva; en 2023, sólo 52.0 por ciento de la población de 18 años y más tenía algún tipo de ahorro
Valle de México, a 25 de junio del 2025.- El Estado de México se ubicó entre las cuatro entidades del país con los más altos indicadores de estrés financiero, con 6.2 de cada 10 mexiquenses en esa situación debido a dificultades para cubrir gastos básicos, la acumulación de deudas, la incertidumbre sobre el futuro y la preocupación por tener que gastar dinero en imprevistos, y de los cuales 4 de cada 10 presentaron niveles altos de angustia. Para equilibrar, requerirían tener percepciones mensuales mínimas por encima de los 17 mil 100 pesos.
A nivel nacional, 39.9 por ciento de la población se encontraba en un nivel alto de estrés financiero; 34.6 por ciento, en un nivel moderado, y 28.5 por ciento, en un nivel bajo o nulo. Es decir, siete de cada diez presentó estrés financiero.
El INEGI, en en colaboración con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), dio a conocer los resultados de la la Encuesta Nacional sobre Salud Financiera (ENSAFI) 2023, en los cuales 17.8 por ciento de las personas de 18 años y más presentó un nivel alto de bienestar financiero; 31.4 por ciento, un nivel medio alto, y 50.8 por ciento, un nivel medio bajo o bajo.
Mientras, 48.4 por ciento dijo sentir preocupación de que las deudas se acumulen y 16.1 por ciento consideró que su nivel de deuda era alta o excesiva.
Como consecuencia del estrés financiero, 34.9 por ciento de la población reportó experimentar algún malestar físico, como dolor de cabeza, gastritis, colitis o cambios en la presión arterial.
Por su parte, 30.7 por ciento sufrió impactos psicológicos, como problemas de sueño o alimentación, y 10.3 por ciento tuvo problemas sociales u otro tipo, como conflictos con familiares o en el trabajo. No obstante, 57.2 por ciento de la población no experimentó consecuencia alguna derivada del estrés financiero.
En cuanto a las preocupaciones financieras de la población de 18 años o más, la principal inquietud fue el aumento de las deudas. De las personas, 48.4 por ciento manifestó tener mucha preocupación por este tema. Adicional a ello, 30.4 por ciento indicó tener cierta o poca preocupación, mientras que 21.2 por ciento no expresó ninguna preocupación al respecto.
Las principales consecuencias del estrés financiero en la salud física, en orden de mayor a menor frecuencia, fueron:
- *Dolor de cabeza: afectó a 34.3 por ciento de las mujeres y a 24.0 por ciento de los hombres.
- *Falta de sueño: la experimentaron 31.1 por ciento de las mujeres y 23.4 por ciento de los hombres.
- *Problemas de gastritis o colitis: presentes en 21.4 por ciento de las mujeres y 11.4 por ciento de los hombres.
Los grupos de edad con mayor prevalencia de estrés alto se ubicaron entre los 30 y 49 años, y entre los 50 y 64 años. En ambos grupos, más de 40 por ciento de la población presentó este nivel de estrés. En contraste, el porcentaje de personas jóvenes (de 18 a 29 años) con estrés alto fue de 28.6 por ciento.
En el documento se anotó que entre las principales metas financieras de la población de 18 años o más, tanto para hombres como para mujeres, destacó en primer lugar comprar o terminar de pagar su casa. Esta meta se mencionó por 20.4 por ciento de las mujeres y 23.1 por ciento de los hombres. En segundo lugar, las mujeres señalaron como meta dar estudios a sus hijos o hijas (16.1 por ciento), mientras que para los hombres, esta fue obtener más ingresos (11.7 por ciento).
La principal barrera para alcanzar las metas financieras fue la falta de ahorro, según declararon tanto hombres como mujeres. Sin embargo, las mujeres experimentaron esta dificultad en mayor medida, con 47.1 por ciento frente a 39.2 por ciento de los hombres. La falta de oportunidades de trabajo se posicionó como la segunda dificultad más común. Esta afectó a 34.6 por ciento de los hombres y a 29.5 por ciento de las mujeres.