Opinión

Documental sobre Bannon y su proyecto de conectar globalmente a las Derechas Radicales de Europa y Latinoamérica

Por Javier Ortiz de Montellano 

El documental El Gran Manipulador sobre el polémico ex asesor de Trump, Steve Bannon, se presentó en abril de 2019  (The Brink, no confundir con la serie de ese nombre que es una comedia de TV de 2015, con Jack Black). 

Debo confesar que con esto del Covid/19 a mí me pasó completamente de noche el estreno de ese documental con la participación del audaz asesor electoral de Trump, cuya controversial estrategia de utilizar datos masivos de las redes sociales para mediante aplicaciones informáticas obtener perfiles personalizados e influir en los votos, ayudó a llevar a Trump a la Presidencia en 2016. 

El documental se hizo tras ser retirado Bannon como Estratega en Jefe de la Administración Trump, puesto en que duró apenas unos meses. Bannon tuvo que salir de la Casa Blanca por sus múltiples desacuerdos con el Gabinete de Trump que, además, él mismo filtraba a la prensa conservadora con la que siempre ha mantenido especiales y peligrosas relaciones.

Desde antes de conocer a Trump, Bannon dirigía el importante medio de comunicación ultraconservador Breitbart News, pero luego de ser expulsado de la Casa Blanca también fue separado de la Dirección de esa publicación tanto por sus críticas a la Administración y familia de Trump como por sus manifiestas simpatías y promoción de las ideas del Supremacismo Blanco (que hicieron que muchas empresas retiraran su apoyo financiero a Breitbart News, causando su salida). 

Bannon provocó su fulminante despido al arriesgarse incluso a conceder entrevistas demasiado francas en que criticaba por nombre a sus colegas de la Casa Blanca y hasta a la familia de Trump a través de sus comentarios en Breitbart News. Al respecto, Trump exclamó: “Steve es más peligroso fuera de la Casa Blanca que dentro”.

Autor de una docena de documentales él mismo, Bannon inmediatamente regresó a la polémica al aceptar (y probablemente propiciar) hacer el documental que hemos citado sobre su persona. 

The Brink, nunca mejor traducido que como El Gran Manipulador, dicen los críticos, es un fascinante documental en que la directora Alison Klayman comenzó a filmar al activista político apenas una semana después de que dejó su puesto en la Casa Blanca, siguiéndolo por su periplo mundial para animar un «movimiento populista»  de derecha radical.

Bannon se destacó siempre por ser un líder de movimientos de derecha y después de su salida de la Casa Blanca se dedicó a convertirse en el estratega por excelencia de la derecha populista a nivel internacional. Empezó en Europa creando una organización llamada «El Movimiento» que, con sede en Bruselas, apunta a unir a los populistas de derecha radical de Europa (cuyos grandes «ejes temáticos» serían la inmigración, la seguridad, la corrupción y la política exterior, además de la cuestión del género). 

No es fácil encontrar mucha coherencia ideológica en estas diversas líneas políticas, mucho menos en el Movimiento que pretende formar Bannon. Lo que todos tienen en común, sin embargo, es el recurso a la intensificación del odio como motivación electoral, la polarización, ideológica, religiosa o de género y especialmente la dirigida a cualquier tipo de inmigrante, introduciendo el candente tema en la nacionalista política de cada país. Tarea no fácil ya que los líderes populistas de la derecha mundial son un grupo dispar y la situación respecto a esos temas es distinta en cada país.

El propio Bannon es un derechista radical católico sui géneris con estrafalarias fantasías -alimentadas por su amor a los héroes de Hollywood-, de ser un guerrero contra las fuerzas del mal que para él son los enemigos de la cristiana cultura occidental (principalmente China que podría disputarle la hegemonía a Estados Unidos).

Bannon es entonces un hombre que continuamente busca apoyo para expandir su movimiento social de nacionalismo derechista radical. The Brink lo muestra como un hombre que viaja por Europa buscando el apoyo de líderes de ultraderecha y que consigue entablar conversaciones importantes y peligrosas con radicales populistas de derecha que desean arrebatarle posiciones de poder a los socialdemócratas y retomar el liderazgo que las centroderechas han perdido, como es el caso de su acercamiento con el líder del partido español radical de derecha Vox, Salvador Abascal, que gracias a su asesoría logró un avance impresionante en las elecciones de ese país. 

Si Bannon lograra la expansión e implementación de su agenda, el mundo podría enfrentar a un movimiento político sin precedentes, aun a costa de un conflicto de civilizaciones.

Resulta irónico, pero no menos peligroso, que los nacionalistas radicales de derecha, como Bannon, pretendan unirse en un movimiento global, como si estuvieran imitando a sus enemigos de las Internacionales Socialistas. La idea de Bannon es que si las organizaciones y partidos nacionalpopulistas de derecha radical de todo el planeta comparten contactos, fuentes de financiación y valores, aprenderían unos de otros y juntos, tendrían más éxito frente a sus adversarios ideológicos.

Como decía la famosa escritora Margaret Atwood: una palabra detrás de una palabra detrás de otra palabra…es Poder. Y añadiríamos hoy:  imágenes con palabras son Poder…y un documental es súper Poder.