***Especialista destacó en la FES-Acatlán la importancia de los archivos para preservar las distintas miradas sobre el mundo
Valle de México, a 9 de octubre del 2023.- En la Unidad de Investigación Multidisciplinaria II de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán continuaron las actividades del Coloquio Internacional de Hermenéutica y Teoría Cinematográfica El cine como frontera y punto de encuentro de la tradición con la conferencia magistral Trascendencia de la Filmoteca de la UNAM en la cultura cinematográfica en México, dictada por el doctor Alejandro Gracida Rodríguez, encargado de Filmografía Nacional en la Subdirección de Acervos de la Filmoteca de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Durante su disertación, el ponente charló con la comunidad universitaria sobre la importancia que tienen los archivos para salvaguardar la memoria audiovisual del país. “Los archivistas somos los guardianes del patrimonio y la memoria”, dijo Gracida Rodríguez, pues explicó que ellos deciden las imágenes que habrán de conservarse. “La memoria es un espacio en disputa permanente, no podemos decir que existe una sola memoria, sino que siempre estamos discutiendo, en especial en los territorios latinoamericanos, marcados por muchos momentos tan duros”, mencionó.
Para ejemplificar lo anterior, citó dos producciones mexicanas de la década de los cincuenta del siglo XX con visiones opuestas: Memorias de un mexicano —película dirigida por Salvador Toscano y escrita por Carmen Toscano—, declarada monumento histórico de México que consideró “una oda al régimen de un partido único”. En cambio, Los olvidados, de Luis Buñuel, plasmó una mirada diferente al cine de oro de esa época, de las pocas películas declaradas como patrimonio audiovisual de la humanidad por la UNESCO.
“Deberíamos considerar que lo que hoy consideramos patrimonio también puede cambiar a la luz de los contextos y no escapa de la toma de decisiones de grupos de poder”, señaló el ponente. Asimismo, destacó que, para Michel Foucault, los archivos tienen que ver con los procesos que van a visibilizar una selección de narraciones y discriminar otras, es decir, condicionan “nuestra forma de ver el mundo”. El doctor en historia moderna y contemporánea citó el caso de El grito, documental realizado entre 1968-69 por estudiantes del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos de la UNAM, proyectado de forma clandestina y restaurado 50 años después del movimiento estudiantil.
Acotó que entre algunos retos de su labor están que la conservación es sumamente costosa y los procesos de digitalización y limpieza, complicados, además, cuentan con películas con soporte de acetato, material que suele infectarse del llamado síndrome del vinagre que arruina la cinta y contagia con facilidad otros carretes. Mencionó que, en 1980, la UNESCO hizo una declaratoria para salvaguardar las imágenes en movimiento, pues advirtió que mucho material podría perderse con el paso de los años.
Gracida Rodríguez explicó que, si bien la digitalización de estos filmes podría considerarse como una alternativa para la conservación, el proceso es costoso, complicado y tiene que sortear la obsolescencia tecnológica, además, cuentan con materiales únicos, por lo que su manipulación en sí implica un riesgo para su preservación.
El ponente destacó que, con más de 60 mil títulos, el archivo de la Filmoteca de la UNAM es el más grande de América Latina, por ello, expuso parte de las imágenes que tienen resguardadas en sus bóvedas, por ejemplo: Porfirio Díaz cabalgando en el Castillo de Chapultepec, la quema de crucifijos en Tabasco por seguidores de Tomás Garrido Canabal, en el contexto de la guerra cristera o propaganda política del cardenismo.
Destacó que esas imágenes deben verse a la luz de su contexto, por ejemplo, proyectó un spot publicitario donde Cantinflas interpretando a un patrullero, arrestaba a un joven hippie y lo regañaba por la mala imagen que daba a los extranjeros de visita en la Ciudad de México durante los Juegos Olímpicos de 1968, en el contexto del movimiento estudiantil. También mostró a los asistentes filmes de cine feminista, desconocidos por décadas, que trataban el aborto y la violación.