Especiales, Opinión

Guerra con adjetivos/Javier Ortiz de Montellano

La guerra de las plataformas

     

Por Javier Ortiz de Montellano 

“El instrumento básico para manipular la realidad es la manipulación de las palabras. Si puedes controlar el significado de las palabras, puedes controlar a la gente que usa esas palabras.” 

Phillip K. Dick

Hablando de guerra, la cuestión actual es ¿qué entendemos por Guerra?  Y eso depende…de lo que entendamos por Paz.

Hablando de la famosa novela Guerra y paz, del ruso Leon Tólstoi, es curioso que según algunos críticos literarios el sentido original del título hubiera sido Guerra y mundo pues, de hecho, las palabras «paz» y «mundo» en ruso son homófonas (suenan igual pero significan cosas distintas) y, además, a partir de la reforma ortográfica rusa de 1918, se escribían igual. Pero no es lo mismo mundo que paz…aunque en ruso suenen igual. Si lo sabremos en el mundo después de la crisis que provocó el conflicto entre Rusia y Ucrania y sus repercusiones mundiales.

Quizá por eso decía el Presidente Kennedy que: “los sóviets y nosotros atribuimos significados enteramente distintos a idénticas palabras: Paz, guerra, democracia, voluntad popular. Tenemos visiones radicalmente diferentes de lo que está bien o mal, de qué es un asunto interno y qué una agresión y, por encima de todo, de dónde se halla el mundo y hacia dónde se dirige”.

Así, ¿una “Operación Militar Especial” es una guerra? Existe controversia sobre esta terminología. Rusia evita el uso de la palabra guerra para referirse a este “episodio bélico” en curso y que forma parte del “conflicto“ ruso-ucraniano comenzado en 2014 con la secesión de Crimea de Ucrania, que no la reconoció y también fue declarada «inválida» por la ONU.

La   “Operación Militar Especial” de Rusia en Ucrania, para los ucranianos es una invasión (definida como ataque llevado a cabo por fuerzas externas). Los rusos no quieren nombrarla “guerra” porque eso implicaría aceptar el entramado jurídico internacional que la regula. Y los ucranianos prefieren nombrarla “invasión” porque la consideran un ataque llevado a cabo por fuerzas externas que se debe diferenciar si se entiende como la ocupación del territorio, no para permanecer, sino para exigir una contribución o devastarlo. 

Por tanto, las rebeliones, guerras civiles, golpes de Estado, democidios («asesinato de cualquier persona o personas por parte de un gobierno, incluyendo genocidio, asesinatos políticos y asesinatos masivos»), u otros actos de opresión no se consideran invasiones.

A diferencia de una invasión, una conquista sería entonces la obtención de aquello que no se dominaba, como en la controvertida “Conquista” de México por los españoles (no fue invasión porque tuvo características de rebelión de otros indígenas mismos contra los aztecas, casi guerra civil, y los españoles permanecieron dominantes en México hasta la Independencia).

La “conquista de México” sí fue una guerra y se refiere principalmente al desmantelamiento del “Imperio” azteca, por tropas del reino de Castilla bajo la conducción de Hernán Cortés. Este hecho marcó el nacimiento del México mestizo, aunque sería hasta varios siglos después, con la Independencia, que se entendiera a “México” como todo el territorio de los Estados Unidos Mexicanos, menos el territorio mermado a resultas de  la pérdida de Tejas (por la separación de la República de Texas en 1836, no reconocida por Mexico) y luego de la anexión de Texas a Estados Unidos en 1846  y de la “invasión”, esa sí, de Estados Unidos a México que finalizó en 1848 con la derrota de México y la pérdida de casi la mitad de su territorio).

En fin, tal vez sea mejor aceptar la definición que el filósofo español Gustavo Bueno hacía de la “paz” como “el orden impuesto por el vencedor”, más clara que las redundantes definiciones de la Real Academia Española de que “Paz es la Situación y relación mutua de quienes no están en guerra” y “Guerra es la desavenencia y rompimiento de la paz entre dos o más potencias o Lucha armada entre dos o más naciones o entre bandos de una misma nación”. 

En el Virreinato de la Nueva España, se impuso un “orden” impuesto por los vencedores y  éste hecho marcó el surgimiento del mestizaje que tras tres siglos de colonización haría nacer al México independiente, iniciando la primera gran transformación después de la Guerra de Independencia de 1810-1821, no sin tener que enfrentar todo tipo de conflictos desde  “guerras” como la llamada Guerra de los Pasteles con Francia (que exigía  indemnizaciones para sus ciudadanos) hasta el conocido y reciente Caso de Florence Cassez que casi causa el rompimiento de relaciones por la obstinación del Ex Presidente Calderón en respaldar las perversidades de su ex Secretario de Seguridad Pública, hoy preso en Estados Unidos acusado de proteger al narcotráfico).

Desde su nacimiento, México ha enfrentado querellas y reclamos de todo tipo, externas e internas, desde los acreedores franceses, españoles e ingleses (México y sus cuestiones financieras con la Inglaterra, la España y la Francia, Memoria que por orden del supremo Gobierno Constitucional de la República escribe el C. Manuel Payno en 1862) hasta las actuales controversias del Tratado Comercial con Estados Unidos y Canadá, pasando por el fallido Imperio de Iturbide, invasiones, intentos de imponer gobiernos extranjeros como el llamado Imperio de Maximiliano, guerra civil por la Reforma (Segunda Gran Transformación), dictaduras y la Revolución Mexicana (Tercera Gran Transformación), cuya fracción vencedora impuso un nuevo “orden” mediante la “Pax”Priísta (hasta el 2000) y la alternancia Panista por dos sexenios, que desembocó en la perdida “Guerra” contra el Narcotráfico, declarada por Calderón y que sin ese nombre se retomó en los hechos con el regreso del PRI hasta 2018 y continúa la controversia con la Cuarta Transformación.

En este importante tema de la Guerra y La Paz, viene al caso recordar una vez más a los brillantes aunque malhadados hermanos Kennedy, que supieron usar sus lecturas literarias para salvar las torpezas de la política usando la “Táctica de Trollope”. Esta es una estratagema que lleva el nombre de un incidente de una novela de Anthony Trollope, en la que una mujer interpreta un gesto romántico informal, como apretar su mano, como una propuesta de matrimonio…se usa en forma más general en política para describir la técnica de negociación en la que una propuesta de otra parte se malinterpreta deliberadamente de tal manera que sea más del agrado de la parte que responde, con el objetivo de que la versión malinterpretada sea aceptada en interés de la diplomacia.

De esta manera, después de la conclusión del peligroso enfrentamiento en 1962 de los misiles nucleares rusos en Cuba, se descubrió cómo Robert Kennedy había ideado la “Táctica Trollope” para resolver la crisis: el presidente estadounidense John Kennedy recibió una carta privada del presidente soviético Nikita Khrushchev. En esa carta, Jruschov ofreció retirar los misiles soviéticos de Cuba a cambio de la promesa de Estados Unidos de no invadir la isla. Antes de que se pudiera dar una respuesta, al día siguiente, Khrushchev envió otra oferta, esta vez pública, para retirar los misiles de Cuba sólo si la OTAN retiraba los misiles de Turquía. Robert Kennedy instó a su hermano a aceptar la primera oferta de Jrushchov, ignorando la segunda. Acto seguido, Robert Kennedy se reunió con el embajador soviético y ejecutó con éxito la estratagema de Trollope, poniendo así fin a la crisis. Khrushchev  accedió a quitar los misiles a cambio de la promesa de no invadir Cuba. Sin embargo, sacar los misiles en Turquía era parte del trato. Simplemente no se hizo público. Un año después los misiles se retiraron de Turquía y así el mundo evitó una conflagración nuclear y aquí estamos.

En suma, como este escrito ya se alargó demasiado, lo invito a seguir reflexionando sobre los conflictos, polarización o como quiera que se le llame, pero el mundo está metido en todo tipo de guerras. O como el analista de la geopolítica Alfredo Jalife las ha denominado, hablando de la más reciente y paradigmática de Rusia y Ucrania, “varias Guerras en una”. 

Lo dejo con esta lista no exhaustiva ni ordenada de las distintas “guerras” con adjetivos que se dan en nuestro complejo mundo: 

-simbólica 
(Ver Fernando Buen Abad Domínguez, La Guerra Simbólica, Semiótica para la Emancipación)

-ideológica 
-tecnológica 
-política 
-judicial 
-legislativa
-electoral
-mediática 
-por las plataformas digitales -Capitalismo de Plataformas
(Ver La Guerra de las Plataformas, del papiro al Metaverso, Carlo Scolari, recién salido en edición digital en Amazon desde el 14 de septiembre de 2022) 

-Capitalismo de Plataformas

Ver Nick Srnicek, va gratis enlace digital:  http://catedra.javierbalcaza.com.ar/textos/Capitalismo%20de%20Plataforma-Nick%20Srnicek.pdf

-en las palabras
(Ver Oswaldo Zavala en Guerra en las palabras, una historia “intelectual” del narco en México, 1975-2020, Editorial Debate, marzo 2022)

-por el agua, 
-por el gas 
-financiera 
-comercial
-de capitales…y de intereses 
-de cifras
 (Discrepancia sobre las cifras referentes a algo. Además de INEGI, Yo tengo otros datos…)
-psicológica 
-de nervios 
-por la salud (mental y física) 

  • contra la infodemia
    -contra las epidemias

Más las bélicas variantes contagiosas que usted detecte….

Para terminar, le comparto mi duda: ¿Las Mañaneras, son una guerra o varias guerras diarias en una? 

Reflexión final o “postrecito”: En la guerra de las “corcholatas”, que son varias guerras en una por la sucesión…el orden impuesto no implica paz, pues sí altera el producto…y al productor.