Por Javier Ortiz de Montellano
Stephany Griffith-Jones, cuyo nombre de nacimiento es Stepanka Novy Kafka colabora con el nuevo gobierno de Gabriel Boric en Chile. Es sobrina nieta del famoso escritor checo Franz Kafka. Nació en Praga en 1947 y al año siguiente su familia emigró a Chile.
Mientras trabajaba en el Banco Central realizó un diplomado en Cambridge donde la sorprendió el golpe de Estado de 1973. Decidió quedarse allá y se convirtió en la primera mujer latinoamericana en conseguir un doctorado en Cambridge. Se casó con el matemático Robert Griffith-Jones de quien adoptó el apellido.
En 1981, Stephany Griffith-Jones escribió su importante libro Papel de las finanzas en la transición al socialismo.
Incluida en 2017 dentro de la lista de los 100 economistas más influyentes del mundo por la revista inglesa Richtopia, Stephany Griffith-Jones es uno de los nombres que más destaca en el equipo de asesores económicos de Gabriel Boric.
Fue asesora económica del programa presidencial del candidato Gabriel Boric, que resultó ganador en la elección de noviembre de 2021. En marzo de 2022 fue propuesta como consejera del Banco Central de Chile, siendo ratificada por el Senado de ese país. Reemplazó a la consejera Rosanna Costa, quien asumió como la presidenta del instituto emisor luego que el ex presidente del Banco Central, Mario Marcel, fue designado Ministro de Hacienda para el nuevo Gobierno.
Griffith-Jones es una economista de 74 años, reconocida académica a nivel internacional, experta en finanzas y en políticas de estabilización con economías emergentes.
Hasta poco era directora de mercados financieros en Initiative for Policy en la Universidad de Columbia en Nueva York y miembro asociado del Instituto de Desarrollo de Ultramar. Anteriormente fue profesora en el Instituto de Estudios de Desarrollo de la Universidad de Sussex.
En 1986 escribió con Osvaldo Sunkel, Deuda y crisis de desarrollo en América Latina: El fin de una ilusión, que mostró los efectos negativos de la crisis de la deuda latinoamericana de los años ochenta en el desarrollo económico de la región y defendió el alivio de la deuda.
A principios de la década del 90 regresó al Banco Central de Chile y en 1996 publicó La crisis del peso mexicano.
En la década de 1990, contribuyó al debate sobre cómo América Latina podría frenar y manejar los volátiles flujos de capital. Nuevamente advirtió sobre los riesgos de costosas crisis financieras si no se implementaban medidas suficientes como los controles de capital.
Después de varias crisis financieras, principalmente en países en desarrollo, a mediados de la década de los 90 abogó por las regulaciones de flujo de capital en los países de origen como una forma de frenar los flujos excesivos y volátiles. Creía que esto reduciría el riesgo de grandes reversiones de los flujos de capital y las crisis financieras que resultan de ellos. Esto se discute en su libro de 1998 Flujos Globales de Capital, ¿deberían ser regulados?.
Griffith-Jones no tiene vinculación con el partido Convergencia Social actualmente en el poder, pero se estima que será una contribución importante para el BC en un contexto complejo de inflación como el que se vive en Chile y en el mundo.mHay una inflación de un 8% y lo más seguro es que por la crisis internacional, esta pueda ser mayor. Se viene un escenario complejo porque el crecimiento será menor al actual y hay un gran desafío para el BC.
Esta economista llega al organismo en un momento oportuno, fruto de un acuerdo entre el presidente saliente y el entrante. Griffith-Jones tiene un enfoque distinto respecto a la conformación actual del BC porque se formó bajo un pensamiento teórico complejo. Esta propuesta vendrá a enriquecer a ese organismo y al país.
En un seminario reciente la experta se mostró a favor de una mayor colaboración entre el sector público y el privado, especialmente mediante la banca de desarrollo.
En entrevista reciente señal: “Sin estabilidad macroeconómica es más difícil hacer reformas, es una precondición. La inflación afecta mucho a la gente pobre y a quienes no tienen ingresos indexados. Para ser progresista se necesita estabilidad fiscal, monetaria y financiera”.
Stephany Griffith-Jones ha publicado más de 20 libros y ha escrito varios artículos académicos y periodísticos. Su último libro se publicó en 2010, editado conjuntamente con Joseph Stiglitz y José Antonio Ocampo, se titula Momento para la mano visible, Lecciones de la crisis de 2008.
Pero en 2016 participó en el libro coordinado por su amiga que también vive en Londres, Mariana Mazzucato, Rethinking Capitalism: Economics and Policy for Sustainable and Inclusive Growth (Repensar el capitalismo: economía y política para un crecimiento sostenible e inclusivo), con el capítulo 7. Investment-led Growth: A Solution to the European Crisis (Crecimiento impulsado por la inversión: una solución a la crisis europea), STEPHANY GRIFFITH-JONES & GIOVANNI COZZI.
A propósito de la importancia de destacadas mujeres economistas, entre ellas Mariana Mazzucato, el Papa Francisco ha animado a leer El valor de las cosas, quién produce y quién gana en la economía global (Editorial Taurus, 2019), de la mencionada economista ítalo-inglesa Mariana Mazzucato, autora del libro que la hizo famosa, El Estado Emprendedor – mitos del sector público frente al privado (2011).
Más recientemente, en mayo de 2021, Mazzucato publicó dos libros, uno, ‘Misión Economía’ : Una Guía para cambiar el Capitalismo, y el otro, No desaprovechemos esta crisis: Lecciones de la Covid-19. En ambos alerta del debilitamiento del Estado y de la necesidad de que los Gobiernos adopten una posición activa en el diseño del modelo económico, posición que comparte ampliamente Stephany Griffith-Jones quien recomienda que los Estados refuercen su Banca de Desarrollo como impulsora, no competidora, de la inversión privada en la economía.