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Llegó la hora de cobrar impuestos a las megafortunas: Oxfam

Megaricos

***Desde el año 2020, la riqueza conjunta de los milmillonarios ha aumentado a un ritmo de 2 mil 700 millones de dólares al día: Oxfam

***En 2022, el 1 por ciento más rico de la población posee el 45.6 por ciento de la riqueza mundial, mientras que la mitad más pobre tan solo tiene el 0.75  por ciento

***81 milmillonarios poseen más riqueza que el 50 % de la población mundial

***Diez milmillonarios poseen más riqueza que 200 millones de mujeres africanas en conjunto

Valle de México, a 19 de enero del 2023.-  Es hora de que los Gobiernos dejen atrás décadas marcadas por una ideología abocada al fracaso y por la influencia de una élite rica y poderosa, y que hagan por fin lo correcto: gravar la riqueza extrema.

Esa de una de las conclusiones a las que llegó la agrupación Oxfam en su informe titulado “La Ley del más rico”, donde ofrece una serie de datos respecto de la acumulación y concentración de la riqueza en unas cuantas manos, esto a partir de un desigual pago de impuestos que ha originado extremos peligrosos: riqueza extrema y pobreza entrema

En el informe de Oxfam, que contó entre sus autores con el economista mexicano Carlos Brow Solá, profesor de la materia en diversos instituciones nacionales, se resumió en un ejemplo esa desigualdad fiscal que beneficia a los ricos:

“Elon Musk, uno de los hombres más ricos del mundo, tributó a un tipo impositivo real ligeramente superior al 3 por ciento entre 2014 y 2018.

Aber Christine gana 80 dólares al mes vendiendo arroz, harina y soja en mercados del norte de Uganda. Paga en impuestos el 40 por ciento de lo que logra vender”.

Y luego de afirmar que “el mundo está atravesando una época sin precedentes marcada por la acumulación de múltiples crisis”, donde “decenas de millones de personas más pasan hambre. Cientos de millones más se enfrentan a subidas imposibles en el coste de los productos básicos o de la energía para calentar sus hogares”, destacó que “La pobreza se ha incrementado por primera vez en 25 años”.

“Sin embargo, unos pocos han logrado sacar un inmenso provecho de estas crisis. Los ultra ricos han visto crecer drásticamente su riqueza, y los beneficios empresariales han alcanzado niveles récord, haciendo que la desigualdad se dispare”.

Algunos de los datos que ofrece el organismo para sustentar la situación son estos:

*La riqueza de los milmillonarios se ha duplicado en los últimos diez años, acaparando casi seis veces más riqueza de la que acaba en manos del 50  por ciento más pobre de la población.

**De cada 100 dólares de la riqueza generada en los últimos diez años, 54,40 dólares han ido a parar a manos del 1 por ciento más rico de la población, mientras que el 50 por ciento más pobre tan solo ha percibido 0,70 dólares.

**La riqueza obtenida por el 1 por ciento más rico de la población en los últimos diez años es 74 veces mayor que la que ha llegado a manos del 50 % más pobre.

***Más recientemente, la pandemia de la COVID-19 y el incremento desbocado de los precios de los alimentos y la energía han agravado aún más esta desigualdad extrema.

***Desde 2020, por cada dólar de nueva riqueza que pudiera obtener cualquier persona perteneciente al 90 por ciento más pobre, un milmillonario se embolsa 1,7 millones de dólares.

**Por cada 100 dólares de nueva riqueza generados en la economía mundial entre diciembre de 2019 y diciembre de 2021, 63 fueron a parar a manos del 1 por ciento más rico de la población, y tan solo 10 al 90 por ciento más pobre.

Ante estas y otras cifras en el informe, la agrupación sostuvo que “es hora de gravar la riqueza extrema”. 

Y en uno de los prólogos, José Antonio Ocampo, Ministro de Hacienda y Crédito Público de Colombia, afirmó que “Gravar la riqueza de los más ricos ya no es una opción, sino una obligación. La desigualdad global se ha disparado y no hay mejor manera de abordarla que redistribuyendo la riqueza. Como demuestra este informe de Oxfam, el 1 por ciento más rico ha acaparado casi dos tercios de la nueva riqueza generada en los últimos dos años, casi el doble que el 99 por ciento restante de la humanidad.

En el informe se resalta la importancia de “gravar la riqueza de las élites económicas para abordar tanto esta “policrisis” a la que nos enfrentamos como el aumento desorbitado de las desigualdades. El informe detalla cómo, en la historia reciente, la tributación de los más ricos era más elevada, cómo está ganando terreno la idea de gravar más a quienes más tienen y hacer que los milmillonarios paguen la parte que les corresponde justamente, y cómo más impuestos a los ultra ricos contribuye a reducir la concentración de poder de las élites y reducir no solo la desigualdad económica, sino también la racial, colonial y de género”.

“Una imposición adecuada a los ultra ricos puede ser la vía para lograr un mundo más justo, sostenible y sin pobreza”, refirió el organismo, asegurando que los Gobiernos deben utilizar los instrumentos fiscales a su disposición para revertir el aumento de la desigualdad, siguiendo estas recomendaciones medidas para crear un mundo más justo:

1.- Aplicar un impuesto de solidaridad con carácter temporal sobre la riqueza y los beneficios extraordinarios (o sobre ganancias) con el fin de impedir que los más ricos continúen sacando provecho de las crisis.

2.- Incrementar de manera sistemática el impuesto sobre la renta del 1 por ciento más rico para lograr una tributación efectiva por ejemplo del 60 por ciento calculada sobre el conjunto de sus rentas (tanto derivadas del trabajo como del capital) con tipos impositivos más elevados para los multimillonarios.

3.- Gravar el patrimonio de los súper ricos a tipos impositivos lo suficientemente elevados como para reducir la desigualdad.

4.- Fortalecer las administraciones públicas y tributarias para que puedan supervisar a las personas más rica y a las grandes empresas.

5.- Romper el círculo vicios de la captura política y garantizar una participación igualitaria en la elaboración de las políticas fiscales.

En suma, se trata de iniciar “una nueva era de normas fiscales más ambiciosas y justas, a través de la adopción de una Convención de las Naciones Unidas en materia de fiscalidad que contemple la creación de un organismo fiscal intergubernamental con participación universal”.

En este sentido, Oxfam aseguró que “los Gobiernos son en gran parte responsables de esta explosión de desigualdad. La mayoría no ha puesto en marcha políticas progresistas para evitar o reducir la desigualdad, que faciliten la redistribución de la riqueza y el poder y que permitan romper el círculo vicioso por el que los más ricos capturan las políticas e influyen en las decisiones de gobierno. Se han inyectado billones de dólares de fondos públicos para sostener las economías de los países ricos y, si bien esta medida ha evitado un desastre económico y mayores perjuicios para las personas en mayor situación de pobreza, este dinero ha acabado principalmente en manos de quienes más tenían”.

“En la actualidad, todos y cada uno de los Gobiernos del mundo tienen la responsabilidad de poner en marcha un plan de acción integral para reducir la desigualdad, que debería incluir medidas para aumentar la tributación de los más ricos, así como para reducir drásticamente la concentración de riqueza y poder en sus manos en el futuro”, remarcó el documento, mismo que se puede consultar en su totalidad aquí.