Por Javier Ortiz de Montellano 

El famoso economista francés Jacques Attali ha publicado más de 80 libros en sus 78 años de vida, entre los cuales mencionaremos tres de los más interesantes, o menos, bueno, tal vez un cuarto (La Economía de la Vida: Prepararse para lo que viene, aunque este último fue escrito en junio de 2020, apenas tres meses después de que se anunciara oficialmente la pandemia).

Pues bien, el primero de los tres es la Breve Historia del Futuro, publicado en 2006, donde Attali esboza la historia del capitalismo, que divide en nueve periodos o formas. En cada forma el sistema se ha organizado alrededor de una ciudad, lo que llama el corazón, donde se almacena el capital necesario y en el cual se consigue atraer a la clase creativa (industriales, técnicos, científicos, financieros, artistas,…) unida por su gusto por lo nuevo, en continua evolución y competencia mutua. Todo corazón necesita una zona interior agrícola y un gran puerto para exportar sus productos. Para que una ciudad se convierta en un corazón debe transformar un servicio en un nuevo producto industrial, financiar la innovación (independientemente de donde se produzca), desplegar un ejército, tomar el control de los recursos energéticos y de los medios de comunicación. 

Cuando las tecnologías desarrolladas se estancan, los beneficios industriales son superados por los de la especulación y el coste del mantenimiento de la hegemonía aumenta, el corazón deja paso a otra ciudad que haya desarrollado otra nueva tecnología, otra clase creativa.

A continuación se muestra un resumen de las formas que ha ido adoptando el Orden mercantil a lo largo de la historia, con la ciudad que hizo de corazón, las tecnologías principales que desarrollaron, los nuevos productos que comenzaron a producir de modo industrial, su dominio sobre los aspectos comerciales, financieros y militares (al menos de defensa de sus intereses comerciales), sus rivales, esto es, las ciudades que estuvieron en disposición de ser corazón y no lo lograron o países poderosos que no pasaron al Orden mercantil, y, finalmente, las causas y desencadenantes de su decadencia:

En el libro Attali se aventura a contar cómo cree que sucedería a grandes rasgos la Historia para los años de 2006 a 2056. Cabe señalar que hasta ahora ha estado bastante acertado en sus visiones y premoniciones. Efectivamente, Los Ángeles se ha convertido en el corazón del capitalismo estadounidense, ya que California es la entidad más importante económicamente de ese país (si fuera un país por sí misma California sería la quinta economía del mundo).

Attali proyecta que once nuevas potencias económicas mundiales pueden surgir en el siglo XXI:

Estados Unidos, pese a crisis temporales, seguirá teniendo el control de las tecnologías claves, mantendrá su supremacía militar y política y seguirá atrayendo a las élites y Los Ángeles seguirá siendo el centro de todo ello. 

La Unión Europea tendrá dificultades para unirse políticamente, mientras que su peso demográfico y económico en el mundo seguirá bajando. 

Surgirá China (2ª economía mundial, pero con grandes retos debido a su crecimiento), India (3ª economía mundial con unos problemas similares a China), Japón (excelente tecnológicamente, pero con poca población y en malas relaciones con sus vecinos), Rusia (primer productor de petróleo pero con graves problemas de infraestructuras y sanidad y con sus vecinos y el mundo), Indonesia (con grandes recursos naturales y humanos, pero muchas tensiones internas), Corea del Sur (buena tecnológicamente y con una cultura de referencia en Asia, pero en peligro por Corea del Norte (tanto en caso de guerra como de reunificación), Australia, Canadá, Sudáfrica, Brasil y México tienen potencial, pero también muchos problemas). 

Otro libro de Attali, Ruidos (Ensayo sobre la economía política de la música) fue escrito en 1977 y asombra cómo vislumbró el curso que seguiría el modo en que se haría la música y lo que significa. El argumento esencial de Attali es que la música, como forma cultural, está íntimamente ligada al modo de producción en cualquier sociedad. Attali previó que las nuevas tecnologías digitales serían la base de nuevas formas de escuchar la música, casi gratis (no contaba con la astucia del nuevo capitalismo de renta de servicios en vez de productos, ni de la defensa de los músicos y sus managers que han intensificado los conciertos en vivo para obtener ingresos).

Attali señala que la música ha pasado por varias distintas etapas culturales durante su historia. Estas etapas están enlazadas a cierto tipo de “modo de producción”; es decir, cada una de estas etapas lleva consigo un conjunto de tecnologías para producir, grabar y diseminar la música, y también estructuras culturales paralelas que permiten la transmisión y la recepción de la música.

Una primera etapa fue la de Sacrificio (periodo de puramente tradición oral); segunda, de Representación (era de música impresa—del 1500 a 1900 aproximadamente); tercera, Repetición (era del sonido grabado y retransmitido—aproximadamente de 1900 a finales del siglo XX) y Attali esboza una cuarta etapa cultural, que el llamó Composición (técnicas musicales electrónicas como el sample, remix y la manipulación electrónica del sonido), que se practica cada vez más en la actualidad.

Un ejemplo de esto último viene al caso porque precisamente en Los Ángeles tuvo lugar recientemente el fenomenal concierto de música electrónica de K-Pop del grupo asiático Twice, en su muy exitosa gira mundial (ya estuvo en México en 2019, antes de la pandemia), y que tal vez comentaremos con más detenimiento en otra ocasión, por lo que simbólicamente pueden representar como emblema del futuro del capitalismo mundial.

Para Attali la transformación actual de la “economía política” anuncia ya una mutación de las relaciones sociales: a diferencia de lo admitido por las viejas representaciones de la economía, es posible mediante el estudio de la música, intuir y predecir el futuro, evolución que él veía en la música electrónica y seguramente en la animada performance del girls group de Twice con sus lindas canciones animosas, recomendables contra la tristeza o depresión (Cheer Up!). 

Otro libro: Y Después de la Crisis, ¿Qué…? Propuestas para una nueva democracia mundial, salió a la luz en 2009, en plena Gran Recesión tras el crac bursátil de 2008 y la crisis financiera mundial originada por la quiebra inmobiliaria en Estados Unidos. Conviene leerlo ahora qué hay algunas circunstancias parecidas, con el agravante de que ahora el alza en las tasas de interés obedece a la necesidad de contener la inflación que vino aparejada con el súbito incremento en la demanda mundial al empezar a salir del confinamiento por la pandemia, que provocó disrupciones en la oferta mundial de productos. Inflación mundial que se ha visto agravada por el impacto de la invasión de Rusia a Ucrania, con consecuencias que ni el propio Attali podría anticipar.