Especiales, Opinión

México: mucho tratado comercial y pocas nueces/Arnulfo R. Gómez

Balanza comercial

Por Arnulfo R. Gómez (Catedrático Comercio Exterior

Ellos se ríen de mi porque soy diferente

Yo me río de ellos porque todos son igualitos

Anónimo

El comercio internacional es un elemento de enorme trascendencia en la economía mundial pues, para muchos países, se ha convertido en la palanca de su desarrollo económico debido a que, la debilidad de su mercado interno, no les permite crecer.

México, al igual que otros países, optó por esta vía para lograr un crecimiento económico sostenido y solucionar los problemas más ingentes, relacionados con el bienestar de su población.

Para ello, en la década de los 80’s y principios de los 90’s, México llevó a cabo un proceso de desregulación interna basado en la realización de reformas que lo convirtieron en un país muy competitivo, así mismo, llevó a cabo una desregulación externa instrumentando una apertura comercial.

El beneficio de este proceso se manifestó en un crecimiento económico que lo convirtió en la 8ª economía mundial, en el año 2001; sin embargo, a partir de ese año, nuestro país presentó una competitividad decreciente de tal manera que, hubo una continua caída de México como economía mundial y, consecuentemente, de su ingreso per cápita que pasó de la 47ª posición en 2001, a la 72ª en 2021.

A continuación, envío el vínculo de la entrevista Mucho tratado comercial y pocas nueces que, el Maestro Samuel Schmidt y el Doctor Jorge López, me realizaron el pasado 11 de agosto. Estoy seguro de que les resultará de interés y utilidad pues, en la misma, hablo de muchos de los errores cometidos por la burocracia mexicana en relación con nuestro comercio exterior, así como de los retrocesos que eso ha provocado, al habilitar a improvisados burócratas como especialistas en comercio internacional.

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Lo más sorprendente es que estos funcionarios, actualmente, hablan de firmar más TLC’s para lograr el piso parejo cuando ellos son quienes crearon este problema específico y el gran marasmo que vive el sector en nuestro país, debiendo destacar como elemento muy nocivo en este problema, la desgravación unilateral e irresponsable que han realizado.

A continuación, incluyo un cuadro sobre la evolución del PIB Total de México, el cual refleja el grave problema que vivimos pues, en él se ve el derrumbe de México como “potencia económica” al pasar del 8ª escalón en 2001, al 16º en el 2021, posición nada honrosa que el FMI nos ha confirmado que persistirá en el año 2022, con un ingreso per cápita inferior al que percibimos en el año 2014, el más elevado de la historia moderna de México.

En los mismos años, la generación de riqueza mundial en nuestro territorio cayó de 2.25%, a 1.35% y, para el 2022, nos dice que será de sólo 1.28%.

Esto, como consecuencia del deterioro de las diversas variables de nuestra economía entre las cuales figura la reducida competitividad, menor valor agregado en la producción orientada al mercado y al de exportación, la caída de los flujos de la inversión extranjera directa, la nula creación de empleos etc., a partir de 2001, en que han estado en vigor los TLC’s con 54 países que nuestros funcionarios firmaron, compulsivamente, y la ilógica desgravación unilateral que realizaron, supuestamente, para promover el desarrollo económico de nuestro país, sin que haya habido resultados positivos en la realidad pues, tanto con los países con los que tenemos TLC, como con los que no, el déficit es mayor con el número de países y creciente en valor total.

También hay que señalar que, para promover la IED hacia nuestro país, se firmó un total de 33 APPRIS, sin que haya un incremento real de flujos pues, si en 1994, recibimos el 4.16% de los flujos de IED Mundial, en 2021, solo recibimos el 1.98%, con una caída enorme de nuestra posición como destino preferido al pasar del 4º al 10º lugar.

Así mismo, debo mencionar que, aunque la IED Mundial creció 60% entre 2020 y 2021, los flujos de IED hacia México sólo se incrementaron 8.7%, a pesar de que somos los vecinos más cercanos de EEUU, la principal fuente generadora de IED, y con el que tenemos el acuerdo preferencial del T-MEC:

Por lo que se refiere al tipo de IED que recibimos en el año 2021, el 43.7% fue de Nuevas Inversiones, 38.6% de Reinversión de Utilidades y 17.3% de Cuentas entre compañía, independientemente de que esos flujos incluyen una parte importante de compra de activos.  

Como algo que no se debe repetir, me permito hacer especial referencia a la firma del TPP-11 pues, les advertí que nuestra relación con los que serían los 6 nuevos socios de Asia y Oceanía había sido desfavorable desde siempre; así, en el periodo 1993/2018, el déficit acumulado fue de -150,483 millones US, sin que hicieran caso alguno, ni aplicaran algo de lógica pensando en este negativo antecedente.

Peor aún, es el resultado de los primeros 3 años de vigencia pues, la exportación mexicana a los seis socios del TPP-11, de Asia y Oceanía, se redujo en -1,945 millones US, en tanto que la importación procedente de los mismos se incrementó en 15,335 millones US, para generar un déficit total de -56,430 millones US en este trienio.

Para el periodo, 1993/2021, el déficit fue de -200,516 millones.

¡Pero aún hay más! como dijeran en un programa televisivo dedicado a las masas pues, nuestros funcionarios piensan en negociar un TLC con Brasil y otro con Corea, países con los que nuestro déficit ha sido tradicional y creciente, y con los que, en el periodo 1993/2021, hemos acumulado sendos déficits de -42,992 y -221,911 millones US.

Sin duda, una situación imposible de recomponer a pesar de que nuestros funcionarios pudieran lograr el piso parejo que tanto promueven y desean, pero, que ellos mismos desnivelaron al aplicar una desgravación unilateral totalmente ilógica, sin pensar siquiera en una pequeña compensación como inteligentemente se hace en el comercio internacional y en la negociación de cualquier especie de intercambio.

Como conclusión de esta serie de acciones tan incongruente, sólo puedo decir: Mucho tratado comercial y pocas nueces, independientemente de que el problema de base persiste pues, lo que se requiere para ser exitoso en este sector, es un Proyecto de comercio exterior integral, con programas, proyectos y políticas públicas realistas que permitan aprovechar nuestras ventajas comparativas y desarrollar ventajas competitivas.