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México ¿oportunista o funcionarios oportunistas?/Arnulfo R. Gómez

Por Arnulfo R. Gómez (Catedrático Comercio Exterior)

Ellos se ríen de mi porque soy diferente

Yo me río de ellos porque todos son igualitos

Anónimo

Recientemente, la Agencia EFE señaló … la representante de Comercio estadounidense, Katherine Tai, clamó contra los tratados de libre comercio, que han beneficiado a países “oportunistas”, y reafirmó su compromiso de seguir con una política proteccionista para las empresas de EE.UU.

“…Tai afirmó que Estados Unidos no está haciendo “acuerdos comerciales tradicionales” con otros países porque estos han contribuido a problemas que ahora se necesitan solucionar.

“Las reglas de la cadena de suministro industrial en nuestros acuerdos de libre comercio tradicionales se basaron en la premisa de eficiencia y bajo costo. Por eso, permiten que un contenido importante provenga de países que ni siquiera son parte del acuerdo, oportunistas, que no han firmado ninguna de las otras obligaciones del acuerdo, como las normas laborales y ambientales”, dijo.

Tai señaló que las reglas de los tratados de libre comercio “benefician a los mismos países que han utilizado la competencia desleal para convertirse en centros de producción”.

Además, tienden “a reforzar las cadenas de suministro existentes que son frágiles y nos hacen vulnerables”.

Sin duda, estas afirmaciones atañen a México, no porque sea un país oportunista en sí, sino por la forma tan deficiente en que los altísimos funcionarios mexicanos han acometido la oportunidad que brinda el comercio internacional para el desarrollo económico del país.

En este aspecto, Mexico resulta ser un país que poco aprovechó la numerosas condiciones favorables que ofrecía la situación y se convirtió en un perdedor ya que, a pesar de haber firmado un TLC’s con los dos países que conforman el mercado más grande del mundo, de haber tenido el acceso preferencial a un mercado con alto nivel de consumo, y de ser complementario con su economía, los beneficios han sido mínimos pues, el valor agregado en la exportación mexicana ha sido decreciente a partir de 1994, año en que entró en vigor el TLCAN, mismo que tenía como primer objetivo:

  • Establecer un área de Libre Comercio en América del Norte, en el mercado más grande del mundo, mediante la integración comercial y productiva de los tres países, a fin de generar mayor valor en nuestro territorio y en la región

Para ello, era necesario:

  • Aprovechar las ventajas comparativas de cada país en la producción compartida
  • Incrementar la competitividad en la producción de bienes y servicios en el mercado nacional, el regional y el internacional
  • Aumentar la captación de flujos de inversión extranjera directa hacia la región y, el fin último de este proceso era
  • Generar más y mejores empleos a fin de elevar la calidad de vida de la población, así como reducir la migración mexicana

Desgraciadamente, ninguno de los objetivos planteados en el TLCAN se logró debido a la pésima calidad de las instituciones públicas mexicanas y la de sus funcionarios, caracterizada por el dogmatismo, el desconocimiento, la improvisación y la simulación con que han ejercido sus actividades en relación con la política y la promoción del comercio exterior, así como de la inversión extranjera directa.

Los altos funcionarios mexicanos, después de firmar el TLCAN, sin antes haber penetrado y consolidado su posición en el mercado regional, firmaron una serie de TLC´s con 52 países adicionales, basados en un liberalismo dogmático que mucho ha dañado al país pues, pareciera que el objetivo en sí era la firma de TLC’s, sin tener plena conciencia de las consecuencias que implicaba esa firma y sin que se tuvieran en cuenta las condiciones de baja competitividad de la economía mexicana, de la estructura de su planta productiva y de su oferta exportable, situación de la cual advertí en sendos estudios que publique el 3 de mayo de 2018 y el 19 de agosto de 2019, según se puede ver en los siguientes vínculos en los que hago un detallado análisis de este grave problema ejemplificado con “los preparativos y la negociación” del TPP-11, llenos de desconocimiento, improvisación y errores elementales.

https://vocesmexico.com/opinion/funcionarios-mexicanos-en-la-luna/ Pareciera que en este lamentable proceso, los altísimos funcionarios mexicanos ignoraron los antecedentes históricos de los intercambios comerciales con los 6 miembros de ese bloque que serían nuestros “nuevos socios”, pero, lo que es peor, lo que he señalado en relación con el bajo nivel de competitividad de México, de la estructura de su planta productiva y de las características de la oferta exportable, así como del nivel de competitividad y la potencialidad industrial y comercial de dichos países de tal manera que, en los primeros 4 años de vigencia del acuerdo, nuestro país ha acumulado un déficit comercial de -81,304 millones US con sus 6 nuevos socios comerciales.

Comentarios.

Por estas circunstancias, pareciera que, en sus declaraciones, Katherine Tai, específicamente se refiere México sus improvisados burócratas habilitados como expertos en comercio internacional que, sin una visión de estado y con enorme desconocimiento de la operación real del comercio internacional y del comercio exterior mexicano, firmaron TLC´s al por mayor, por lo que correcta y atinadamente … Katherine Tai, clamó contra los tratados de libre comercio, que han beneficiado a países “oportunistas” … que permiten que un contenido importante provenga de países que ni siquiera son parte del acuerdo, oportunistas, que no han firmado ninguna de las otras obligaciones del acuerdo, como las normas laborales y ambientales”, dijo.

Tai señaló que las reglas de los tratados de libre comercio “benefician a los mismos países que han utilizado la competencia desleal para convertirse en centros de producción.

Sin duda, la actuación de nuestros funcionarios ha sido deficiente y enormemente deplorable por sus deficiencias, además de que hay que recordar que, cuando estaban promoviendo la firma de TLC´s con otros países, presentaban como un incentivo para esos terceros países, el hecho de que podrían exportar sus insumos a nuestro país y, cumpliendo con las reglas de origen del TLCAN, ser reexportados a Canadá y EEUU, usando como trampolín a nuestro país.

Esta situación dejó mucho que desear pues, en lugar de buscar mejorar el marco sistémico mexicano para lograr mayor competitividad y productividad, fomentaban la importación de insumos de fuera de la región y, ellos sí, eran oportunistas pues, parecía que lo importante era figurar y hacían pensar que firmar más TLC’s era benéfico para el país, sin tener siquiera, una idea remota de las consecuencias nefastas para México.

A continuación, se presenta un cuadro con la evolución de nuestra relación con los países con los que registramos superávit, mismo que refleja el dañino sistema de importar crecientemente para reexportar a EEUU con reducido valor agregado de tal manera que registramos superávit, fundamentalmente, por el enorme volumen de insumos extranjeros que importamos de otros orígenes para poder proveer a EEUU y a un reducido número de otros países, debido a la baja competitividad de México.

Así mismo, incluyo un cuadro con los países TLC con los que registramos déficit en el año 2022, de los cuales también importamos para, fundamentalmente, poder cumplir con el objetivo de reexportar a EEUU y a otros mercados.

Importante es señalar que, nuestros altísimos funcionarios, sin definir una estrategia realista para enfrentar los retos que presenta el mercado internacional, han señalado que el Gobierno Mexicano ha tejido una red enorme de comercio a través de la firma de TLC’s con 54 países, manifestando que así, los empresarios ya tienen la mesa puesta para un acceso preferencial a más de 1,300 millones de consumidores.

El problema en si es que, estos tratados se firmaron sin antes crear condiciones favorables para que los empresarios mexicanos pudieran producir en un nivel competitivo, situación a la que hace referencia el IMCO pues, de un total de 47 países en los que midió esta variable, México aparece en 43º lugar.

El dogmático manejo de la estrategia de comercio exterior, basado en la firma compulsiva de TLC’s, se complementó con un proceso de desgravación unilateral, así como por la aplicación del axioma de la mejor política industrial es la que no existe, lo que ha generado déficits enormes de los cuales, a continuación, incluyo los 10 principales países, siendo el primero de ellos, China, seguido de Corea, Taiwán, Tailandia etc., y de los cuales, dos no son asiáticos: Brasil y Rusia.

Pero ahí no termina el problema pues, nuestros altísimos funcionarios amenazan con firmar TLC’s adicionales con países como Corea, Turquía, Ecuador … y muy recientemente con Belice, con el cual es el único con el que creo que no saldríamos perdedores.

A continuación, incluyo un cuadro resumen en donde se presenta a los países con los que hemos firmado TLC’s y registramos déficit comercial, mismos que, en 1993 eran 32, con un monto de -11,893 millones US; para el 2022 fueron 39 países, con -77,760 millones US y para el periodo 1993 – 2022, 38, por un total de -1,089,478 millones US.

Incluyendo a los países con los que no tenemos TLC, el total asciende a 150 con los que registramos un déficit acumulado de -2,700,283 millones US, equivalente al 191% del PIB Total de México en el año 2022.

Por estas circunstancias desfavorables, a partir del año 2001, en que han estado en vigor los TLC’s con 52 países adicionales, caímos de la 8ª posición a la 14ª como economía mundial y, nuestro PIB Per Cápita también perdió 27 posiciones al pasar del 49º lugar al 76º, independientemente de que, en el mismo periodo, nuestro PIB Per Cápita pasó de superar el promedio del PIB Per Cápita Mundial en 19%, a estar -16% por abajo del mismo.

Apuntes finales.

Las palabras de Katherine Tai son de una claridad enorme, pero muy generosasa, tratando de encontrar respuestas positivas desde México, a fin de lograr definir una estrategia que haga ganadora a la región, sobre todo, ahora que se presenta una nueva oportunidad para México a través del nearshoring, proceso del cual México sería el país que más saldría beneficiado, pero que, a través del TLCAN no supo aprovechar.

El riesgo enorme, y muy probable, es que ahora tampoco haya acciones y programas que permitan subsanar adecuadamente las enormes deficiencias que presenta nuestro país en cuestiones elementales como son:

  • la pobre infraestructura y el alto costo de su utilización, y que incluye, de manera preponderante, elementos fundamentales como energía, agua y vías de comunicación;
  • la carencia de mano de obra calificada,
  • la terrible inseguridad que padecemos
  • y, de una manera grotesca, la pésima calidad de las instituciones públicas y de sus funcionarios, lo que se ha traducido en la
  • incapacidad para crear un marco sistémico competitivo y, en consecuencia,
  • la imposibilidad de diseñar programas realistas para la promoción de las exportaciones y la captación de flujos de inversión extranjera directa en nuestro territorio, situación que ha prevalecido en los 29 años más recientes y que cada día es más acuciante.