Por Eduardo Ibarra Aguirre

Sorprende sobremanera que las amenazas arancelarias presentadas por Donald John Trump agarren tan desprevenidos a importantes segmentos de la opinión pública y publicada y de otros ámbitos de la sociedad, que pareciera que no estamos ante una reedición de las prácticas más verbales que de hechos, puestas en juego en 2021, el año uno de su primer mandato presidencial.

Como lo reveló desde temprano el mexicano más acaudalado del orbe, Carlos Slím Helú, es el estilo trompiano para negociar, es la práctica de estirar al máximo la liga que pareciera que va a reventar, pero no lo hace, no la rompe. Y lo hizo en medio de la confusión y el temor en los agentes económicos y muchos actores políticos, con Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray presas del nerviosismo y aún del estrés que los condujo a invitarlo a México en su condición de candidato presidencial y recibirlo ni más ni menos que en Los Pinos. Craso error que pagaron caro el entonces presidente y virtual vicepresidente en funciones, ambos de triste memoria y peores resultados con su programa (Mover a México) de reformas estructurales que no era otra cosa que consumar el saqueo de los bienes nacionales iniciado en 1982.

Por eso resulta alentadora la conducta firme en los principios de soberanía e independencia nacionales, pero también dialoguista y negociadora de la presidenta Claudia Sheinbaum quien fijó una postura sin lugar a confusión para los altaneros y ofensivos mitómanos tipo Donaldo Juan Trump, al establecer: “No es con amenazas ni con aranceles como se va a atender el fenómeno migratorio y el consumo de drogas, sino con el entendimiento recíproco en torno a estos grandes desafíos. Y que la fortaleza de América del Norte frente a otros bloques comerciales estriba en la complementariedad entre los firmantes del Tratado México, Estados Unidos y Canadá.

Más todavía, el abuso de sustancias ilícitas es un problema de consumo y de salud pública de la sociedad estadunidense, en el cual México pone los muertos ocasionados por la confluencia del tráfico de armas producidas en Estados Unidos y la demanda de drogas que también viene de USA. Si bien formuló una propuesta de diálogo, “el mejor instrumento para alcanzar el entendimiento, la paz y la prosperidad”. Y advirtió a Donald Trump y los abundantes trumpistas que cada arancel que Washington imponga será contestado con otro y afectarían a las empresas comunes.

Con tal posición de la doctora Claudia como fondo, es decir del gobierno de México, se constituyó el Consejo Asesor de Desarrollo Económico Regional y Relocalización de Empresas, el miércoles 27, que tiene entre otros propósitos, “proponer una política industrial para atraer inversiones, plantear proyectos, esquemas de inversión mixta o infraestructura para fortalecer los corredores industriales y polos de bienestar”. También buscará incrementar montos de inversión y exportación, duplicar programa de educación dual, certificación y carreras técnicas.

Y, finalmente, se produjo la primera comunicación telefónica con el virtual presidente electo de Estados Unidos que la presidenta con A describió así: “Tuve una excelente conversación con el presidente Donald Trump. Abordamos la estrategia mexicana sobre el fenómeno de la migración y compartí que no están llegando caravanas a la frontera norte porque son atendidas en México”. También hablaron sobre reforzar la colaboración en temas de seguridad, pero “en el marco de nuestra soberanía y de la campaña que estamos realizando en el país para prevenir el consumo de fentanilo”. Más claro ni el agua.

Acuse de recibo

Un talentoso crítico de cine y presentador en Filmoteca UNAM, como José Antonio Valdés, se quedó anclado en el lenguaje de la Guerra fría (1947-1991), marcada por el conflicto político e ideológico entre Estados Unidos y la Unión Soviética, al habla de “los países tras la cortina de hierro” para presentar una película yugoslava (16-XI-24) o para referirse a los países de economía centralmente planificada o del “socialismo realmente existente”. Claro que con el tufillo anticomunista que no puede ocultar la televisora de la “Universidad de la nación”, pues José Antonio no desentona, está al día… Usted puede consultar los 17 libros publicados digitalmente por Forum Ediciones de: Arnoldo Martínez Verdugo, José Francisco Gallardo Rodríguez, Natura Olivé Olivé, Carlos Reyes Romero y este escribidor, EIA, en https://forumenlinea.com/?page_id=319 (…) “Kiev contra Mijaíl Bulgákov (1891-1940). El autor de El maestro y Margarita fue un prolífico escritor en su ciudad natal. La Ucrania que lucha por su independencia le acusa de ser un activista de la invasión rusa. Su busto se encuentra manchado de pintura roja, junto a la casa de su natal Kiev, sede del museo que lleva su nombre. También Vasili Grossman, literato ucranio que escribía en ruso, marginado en la URSS, es ignorado en Ucrania”. (Cristina Segura, El País, Madrid, España; enviado por la doctora Elba Pérez Villalba).

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