Por Eduardo Ibarra Aguirre

La semana en curso fue pésima para la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Lucía Piña Hernández, sus siete ministros aliados unos y subordinados otros, pero sobre todo para los que los impulsan: las oposiciones mediáticas, empresariales, religiosas y partidistas.

Resulta que la sala superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación resolvió, el miércoles 23, que el Instituto Nacional Electoral debe continuar con la organización del proceso electoral para ministros, magistrados y jueces. Y el Consejo General del INE procedió en consecuencia, en este caso con el deslinde de Dania Paola Ravel con el comunicado oficial. Y en el caso de la sala superior del TEPJF por una votación de tres a dos, lo que importa es que la mayoría de ambas instituciones votaron por continuar con el proceso de elección de jueces, magistrados y ministros que culminará en junio de 2025.

Tal y como lo propuso el proyecto de sentencia del magistrado Felipe de la Mata, el pleno de la sala superior determinó que las suspensiones otorgadas por jueces de distrito para detener los preparativos no tienen argumentos jurídicos válidos. Y al resolverse dicha traba por el único órgano judicial competente, de acuerdo a la Constitución, el INE informó que acatará la resolución, por lo que continuará con la organización del proceso para la elección de juzgadores.

El argumento básico del TEPJF es que se trata de un mandato constitucional que no puede frenarse y que este pleno es la máxima instancia electoral y que por ello tiene la última palabra.

Un impresentable magistrado Juan José Olvera López, poseedor de una oscura trayectoria, redujo la sentencia del Tribunal Electoral, en la autodenominada “mañanera judicial”, a “sólo como un borrador para los efectos de una decisión, como pasa todos los días en los órganos colegiados”. Los desplantes publicitarios no los creen ni sus compañeros que durante 70 días realizaron un paro de labores con goce de sueldo, extraordinaria beca que terminará el 28 de octubre por decisión del Consejo de la Judicatura Federal, mismos que fueron retenidos con un bloqueo de ocho horas. Este es el segundo fracaso de Piña Hernández y sus padrinos.

Por si los dos fracasos cosechados por la inepta política Norma Lucía Piña no fueran suficientes para que acabe de recular en sus temerarias conductas ilegales, sus compañeros de la Suprema Corte rechazaron en sesión privada, el lunes 21, su Proyecto de Presupuesto de Egresos para 2025.

De acuerdo con fuentes de la SCJN, consignadas por el diario La Jornada, el lunes 21 se criticó que el proyecto no considera gastos y ajustes presupuestales que deriven de la reciente reforma al Poder Judicial de la Federación, como la eliminación de los fideicomisos y el ajuste de sueldos de los altos funcionarios para que no excedan al de la titular de la Presidencia de la República. De manera contraria, incluye un incremento por la inflación.

Tres fracasos al hilo en una semana son demasiados para una señora que cuando fue votada como ministra de la Suprema Corte obtuvo las más bajas calificaciones entre los aspirantes, como lo registró en la tribuna del Senado el legislador por Guerrero Armando Ríos Piter, de filiación perredista. ¡Ah!, pero contaba con el padrinazgo del consejero jurídico del entonces presidente Enrique Peña, Humberto Castillejos Cervantes, en 2012-17. No en balde fueron dos las ocasiones que intentó ser designada ministra de la Corte, lo que logró el 10 de diciembre de 2015 para reemplazar a la ministra en retiro Olga Sánchez Cordero.

Acuse de recibo

Aristegui en Vivo y Aristegui Noticias están convertidos por su directora, propietaria y conductora en cajas de resonancia de los múltiples intereses económicos y políticos, nacionales y extranjeros, gigantescos y medianos que convergen en el rechazo militante a la reforma judicial en curso y que, en efecto, ya es constitucional. Está en su derecho María del Carmen, pero que no dore tanto la píldora de la manipulación jurídica e ideológica con sus especialistas de las mesas que son todo menos de análisis. Ahora se comprende mejor su aprendizaje al lado de su mentor, Pedro Ferriz de Con, un ícono de la corrupción periodística en México… Entre aquellos destacan los evasores fiscales de siempre, como el mitómano y gandaya Ricardo Salinas Pliego que enfermizamente ostenta su condición de dueño de México, uno de los 40, y súper protegido de Norma Piña y sus siete cómplices de la Suprema Corte… Hasta julio pasado, el Servicio de Administración Tributaria recaudó 20.5 billones de pesos, lo que significó con Andrés Manuel López Obrador un crecimiento nominal de 6.2 billones de pesos y un incremento real, descontada la inflación, de 11%, en comparación con el gobierno de Peña Nieto que tanto los favoreció, en particular al plutócrata del Ajusco que ya involucró al Estado mexicano en sus graves incumplimientos con socios estadunidenses, pero Piña y compañía lo protegen. 

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