¿Y por qué no?, Opinión

¿Y por qué no?/China, Taiwán y Estados Unidos/Vidal Ibarra Puig

Vidal-China

Por Vidal Ibarra Puig[1]

A fines del mes de febrero de 2022, a resultas de apreciar el incremento de las tensiones entre Ucrania y Rusia, nos surgió la duda de si China sería capaz de tomar por la fuerza a Taiwán, para obligarla a formar parte de su territorio nacional, bajo el esquema de “un país dos sistemas”. La actual situación en Ucrania hizo que esta pregunta, que era académica, tuviera una importancia relevante hoy día: ¿se atreverá China a tomar por la fuerza a Taiwán?

En este contexto, en días pasados presenté la ponencia titulada “El futuro de las relaciones económicas de Estados Unidos y Taiwán. El caso de la industria de los semiconductores”, de donde tomo las principales conclusiones.

La importancia de la industria de los semiconductores es de las más relevantes a nivel mundial. Su utilización en las diversas actividades de la vida económica la han vuelto incluso una industria estratégica, por la diversidad de sus aplicaciones, inclusive en el campo militar.

Estados Unidos depende de las importaciones de estos productos para el desarrollo de su industria y para mantener el liderazgo en diversas áreas, y Taiwán es uno de sus más importantes proveedores.

A su vez, la industria taiwanesa de chips es una de las más importantes del mundo, y la crisis del Covid 19 interrumpió el funcionamiento normal de esta Cadena Global de Valor, CGV, resaltando la dependencia de Occidente respecto a estos productos y sus proveedores asiáticos.

En este contexto, los países occidentales, en especial los EEUU, han instrumentado estrategias para disminuir esta dependencia, buscando proveedores más cercanos y más confiables, o impulsando decididamente la instalación de fábricas de estos productos en sus propios países.

Debe de considerarse adicionalmente que el comercio a futuro de estos productos entre EEUU y Taiwán no es ajeno a otras esferas, concretamente las estrategias geopolíticas de China.

Bajo el principio de “un país, dos sistemas”, China ha manifestado un interés creciente por incorporar de manera definitiva a Taiwán a su territorio. De esta manera, se quedaría también con un altísimo porcentaje de la producción de semiconductores y, lo que es más importante, con la tecnología para producirlos.

A futuro, creemos que puede haber una escalada en las tensiones entre EEUU y China por el futuro de la isla, especialmente por la producción de las empresas taiwanesas de este sector. De ahí que los EEUU tratarán de sustituir esa dependencia instalando más fábricas en su país y, si las condiciones lo permiten por la inseguridad y otros factores, tal vez en México.

Aunque por cuestiones de seguridad nacional, dado que muchos de estos chips son de uso dual, es decir, civil y militar; y dado el bajo nivel de la vigencia del estado de derecho en algunas zonas de nuestro país, tal vez prefieran instalarse en Canadá, aunque les salga un poco más caro.


[1] Doctor en economía por Sciences Po, París. Profesor en el Departamento de Economía de la UAM Azcapotzalco, [email protected]