Por Vidal Ibarra Puig[1]
La otra conferencia que presentamos hace algunas semanas en la XXXV reunión de la Asociación Mexicana de Estudios Internacionales, AMEI, fue “La evolución de la Organización Mundial de Comercio y la crisis del COVID-19. Retos y oportunidades en torno a las cadenas globales de valor”, de la cual exponemos los principales elementos.
El antecedente de la Organización Mundial de Comercio, OMC, fue el GATT (General Agreement on Tariffs and Trade), el cual fue fundado al finalizar la II Guerra Mundial con la participación de 23 miembros, y fue sustituido por la Organización Mundial de Comercio, OMC, en 1995. En la actualidad la OMC cuenta con más de 160 Miembros, que representan el 98% del comercio mundial. Actualmente más de 20 países están interesados en adherirse a ella.
Es de mencionar que bajo el artículo XVIII del GATT, los países de menor desarrollo quedaron exentos de la obligación general de reducir sus barreras arancelarias durante rondas sucesivas de negociaciones comerciales entre los países industrializados; es decir los países de menor desarrollo podían mantener sus cuotas a la importación o elevar sus propios aranceles en la medida en que tales políticas proteccionistas fueran presentadas como necesarias para su desarrollo. No obstante lo anterior, podían beneficiarse de las reducciones arancelarias negociadas entre el grupo de países industrializados, esto es, se les daba un trato de Nación Más Favorecida (NMF).
Un elemento que cobra especial relevancia pos sus implicaciones sociales, esencialmente a raíz de las pandemias, es el relativo a los Aspectos de los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio (ADPIC).
En el Programa de Doha para el Desarrollo del año 2001, los Ministros subrayaron la importancia de que el Acuerdo sobre los ADPIC se aplicara e interpretara de manera que apoye la salud pública, promoviendo tanto el acceso a los medicamentos existentes como la creación de nuevos medicamentos. Esa Declaración aparte sobre los ADPIC y la salud pública está encaminada a responder a las preocupaciones sobre las posibles consecuencias del Acuerdo sobre los ADPIC para el acceso a los medicamentos.
La importancia de este acuerdo cobra especial relevancia, pues en él se hace hincapié en que el Acuerdo sobre los ADPIC no impide ni debe impedir que los gobiernos Miembros adopten medidas para proteger la salud pública y se afirma, para evitar cualquier reserva de los gobiernos, el derecho de éstos a utilizar las flexibilidades previstas en el Acuerdo.
Precisamente en concordancia con estos problemas de salud pública y pandemias, Estados Unidos anunció el miércoles 5 de mayo 2021, que estaba a favor de levantar las patentes de las vacunas contra el COVID-19, una medida excepcional en un momento en que los países pobres carecen de las preciadas dosis, claves para frenar la pandemia; esta propuesta se discutiría en el marco de la OMC dentro de los grupos ADPIC. Las farmacéuticas se opusieron y la propuesta se encuentra detenida. En el siguiente cuadro publicado por el periódico El País, se aprecian los ingresos de las farmacéuticas.
Los organismos que promueven y regulan el comercio internacional, tal como la actual OMC, han debido adaptarse a las etapas cambiantes del entorno económico internacional. La situación actual, con la disposición de nuevas tecnologías y el desarrollo de ventajas competitivas, obliga a formas imaginativas de hacer el comercio internacional, de las cuales el e-commerce es el primer ejemplo. En este contexto, deben fortalecerse y modernizarse constantemente estas agrupaciones, en especial la OMC.
La formación de las Cadenas Globales de Valor, CGV, que venían desarrollándose de manera muy fuerte desde finales del siglo pasado, se han visto altamente afectadas por la actual pandemia del Covid19. Esto, sumado a las tensiones entre países (notablemente entre los EEUU y China), llevan a replantear la dependencia de proveedores y la manera de llevar a cabo la producción globalizada.
Las CGV, a nuestro juicio, van a replantearse en términos de economías de escala y de proximidad geográfica, aprovechando las cercanías y los acuerdos comerciales vigentes. Ejemplos de esto son los acuerdos firmados por China y sus vecinos geográficos, debiendo notar que en algunos de ellos no ha sido incluido Estados Unidos.
Pero esta reconformación de las CGV solo será posible si los países en desarrollo saben aprovecharla, desarrollando ventajas competitivas y dándole un fuerte impulso a la educación, sobre todo a la terciaria.
De otra manera, los ganadores de esta recomposición internacional serán aquellos países que, desde hace años, dieron un fuerte impulso a la educación, tales como la India y Corea del Sur.
América Latina y el Caribe, y México en especial, corren el riesgo de seguir quedando rezagados del desarrollo económico internacional. Urge desarrollar ventajas competitivas