Vidal Ibarra Puig[1]
En nuestra anterior colaboración vimos como las exportaciones de América Latina y el Caribe, ALC, aparte de ser muy modestas, experimentan una tendencia a la baja desde fines de la segunda guerra mundial, mientras que los países asiáticos han incrementado sustancialmente su participación internacional. En esta y en nuestras siguientes entregas, analizaremos el comportamiento de las exportaciones de algunos países asiáticos, comparándolos en una segunda etapa con ALC, tratando de establecer las causas que les permitieron aumentar sus exportaciones. Comenzaremos con el caso de China en el periodo 1985 a 2022.
El caso de China es muy ilustrativo de los cambios asiáticos. Siguiendo a Buzo (2022)[2], este señala que a partir de 1978 se instauraron una serie de reformas en seis dimensiones: la agricultura, las empresas estatales, la banca, una política de puertas abiertas, los sectores estatales y la infraestructura institucional. Señala dicho autor que “Para las primeras dos décadas de las reformas el crecimiento económico fue dramático, alcanzando tasas promedio anuales del 9.6% … Algunas de las razones para el éxito del proceso de reforma se pueden encontrar en el pragmatismo con que los representantes del Gobierno lo asumieron, el apoyo de los funcionarios del Partido y del Gobierno en consonancia con el grueso de la población, la estabilidad política y la habilidad de la jerarquía china representada por Deng Xiaoping”. Es en este contexto que las exportaciones de China pasan de tener una composición que se muestra en la figura 1, donde predominaban las exportaciones de Productos Primarios con el 60 por ciento de las ventas al exterior en 1985, a las que se muestran en la figura 2, para el año 2000. Nótese que la exportación de manufacturas de Alta Tecnología era prácticamente inexistente en dicho año de 1985.
Los economistas explicamos este cambio diciendo que China pasó de aprovechar sus ventajas absolutas (concretamente la gran cantidad de mano de obra y su utilización a un bajo costo dada su abundancia), a un esquema de ventajas competitivas, que son aquellas que se adquieren a través del aprendizaje, y aplicando el know how adquirido, a la fabricación de artículos con un mayor valor agregado. Es importante hacer notar que el desarrollo de las ventajas competitivas tiene como condición sine qua non, una educación de excelencia, para llegar a producir bienes de tecnología de punta.
Nótese en dicho año 2000, la ya importante participación de las exportaciones con un alto contenido tecnológico. Siguiendo con este esquema, se tiene que para el año 2022, los artículos de Alto Contenido Tecnológico son aproximadamente el 30 por ciento de sus exportaciones, y cuando sumamos el otro 30 por ciento que representan las exportaciones de Mediana Tecnología, tenemos entonces que China exporta aproximadamente el 60 por ciento de sus bienes con un alto valor agregado. Por su parte, los productos primarios prácticamente han disminuido su participación en sus ventas al exterior desde 1985 (debiendo mencionar que China es ahora un gran importador de productos del sector primario, de lo cual se benefician algunas naciones latinoamericanas como Brasil, Argentina, Colombia, Chile y, en un menor grado, México).
En conclusión, el desarrollo de las ventajas competitivas por parte de China, para lo cual han debido desarrollar una base de educación de excelencia, ha transformado el patrón exportador de ese país: los Productos Primarios, que representaban el 60 por ciento de sus ventas al exterior en 1985, en 2022 representaron el 2 por ciento; mientas que las exportaciones de Alta Tecnología, prácticamente inexistentes en 1985, en 2022 representaron el 30 por ciento del total de estas mercancías.
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[1] Profesor en el Departamento de Economía, UAM Azcapotzalco.
[2] Buzo, R. (2022) “La redefinición de las prioridades económicas y políticas de China en América Latina”, en Ibarra-Puig V. Coord. (2022) “Comercio y desarrollo de América Latina y el Caribe de 1980 a 2020. Visión retrospectiva y propuestas para un siglo XXI post Covid-19”, Ed. UAM Azcapotzalco.