Por Vidal Ibarra Puig[1]

México enfrenta uno de los años económicos más importantes de su actividad reciente. Un 2023 con tendencia de la economía mundial a la baja (después del rebote de 2021 respecto a 2020 y el crecimiento más moderado de 2022) y, en consecuencia, un crecimiento modesto, que no es tan malo, del comercio internacional (según el Fondo Monetario Internacional, FMI, estima que el volumen del comercio mundial crecerá 2.5 por ciento en 2023, después de haber crecido 10.1 por ciento en 2021 y 4.3 por ciento en 2021).

Las perspectivas de crecimiento para nuestro país no son muy buenas: apenas 2.1 por ciento, lo cual es totalmente insuficiente para compensar las caídas de los años previos, como se puede apreciar en el siguiente cuadro (fuente: FMI)

Este crecimiento de la economía mexicana es totalmente insuficiente para la creación de nuevos empleos, por lo que las nuevas generaciones se enfrentan a las opciones de la economía informal o las actividades ilícitas, al no tener la preparación suficiente para conseguir un trabajo bien remunerado, donde se les pedirán no solo el conocimiento y aptitudes de trabajo en equipo, sino la aportación de soluciones que incrementen la productividad de las empresas.

Por otro lado, México aún arrastra las secuelas del Covid19, ubicándose como la quinta nación con más fallecidos por dicho virus (en el caso de nuestro país, las cifras están subestimadas, como el mismo gobierno lo ha reconocido, por lo que muy probablemente las fallecidos rebasen los 500,000 decesos).Los 10 países con más muertes por Corona Virus 19, a diciembre de 2022 (fuente: Statista).

Recordemos que el gobierno prometió que daría apoyos a las familias que experimentaran un deceso por este virus, pero adicionalmente, las presiones sobre las finanzas públicas son ya muy fuertes, en virtud de todos los apoyos sociales que está dando el gobierno, pero sin el financiamiento adecuado.

Al evitar hacer una reforma fiscal, y al no atacar los problemas de finanzas que agobian a la economía mexicana (como los gastos del Fopabroa), el presupuesto para 2023 está muy presionado. Según un análisis del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), el gasto para la población adulta mayor crece en 12.8 por ciento, pero los ingresos tributarios para 2023 sólo crecen 0.8%; se prevé una caída de 13 por ciento en los ingresos energéticos para 2023; se reduce el espacio fiscal para 2023 pues hay menos recursos para realizar políticas públicas, de hecho el gasto neto total propuesto para 2023 prioriza el gasto federalizado, las pensiones y el costo financiero de la deuda (el pago de la deuda asciende a 3.4 por ciento del PIB); el Gasto educativo estará este 2023 por debajo de los niveles pre-pandemia; el gasto per cápita en salud para población sin seguridad social cae 2.1 por ciento; la Inversión pública no se recupera pese a incrementos en algunos rubros (el Gasto del sector energético cae 8.1 por ciento, siendo la CFE la que más pierde); y la inequidad intergeneracional sigue sin atenderse ni resolverse, peor aún, se agrava en perjuicio de las generaciones venideras: el Paquete Económico 2023 estima una deuda por habitante de 114 mil 574 pesos para 2022 y de 118 mil 208 pesos para 2023.

Como comentamos al inicio, la situación presente y a futro del país luce complicada, de tal manera que estamos por debajo de las expectativas de América Latina y el Caribe en su conjunto, e incluso peor que las expectativas para África.

De no darse un giro radical en la política económica del país, con vistas a una mejor distribución del gasto público hacia proyectos de inversión de mayor impacto social y económico (tales como la construcción de escuelas, hospitales, carreteras, vías férreas adecuadas para el transporte de mercancías y pasajeros, por ejemplo) las perspectivas del país son tales que, según el FMI, el país crecerá solo 0.3 por ciento este sexenio, o sea prácticamente cero.

Pero además existen los problemas sociales como las masacres (amanecimos el nuevo año con un asalto a una cárcel, donde murieron 10 custodios y 8 reos), los feminicidios siguen al alza; no se está enfrentando adecuadamente este nuevo rebrote del Corona Virus (se está aplicando la vacuna Abdala, fabricada en Cuba, la cual no ha sido aprobada por la OMS, pero si resulta efectiva para la población mexicana, sin duda las autoridades cubanas podrán esgrimir este argumento para lograr la certificación de dicho medicamento). La muerte, más allá de ser referencia recurrente en los escritos de Octavio Paz, parece que este sexenio se está ensañando con México.

Cuide su salud, cuide su dinero, pues los riesgos de una recesión, mundial y nacional, no han desaparecido. Use cubrebocas por favor.

[1] Doctor en Relaciones Económicas Internacionales por Sciences Po, París. Profesor en el Departamento de Economía, UAM Azcapotzalco.