Por Vidal Ibarra Puig[1]

Pues el INEGI nos comunica que el Producto Interno Bruto del país, el famoso PIB, descendió en el cuarto trimestre de 2021, o sea que la economía sigue cayendo, ya por dos trimestres consecutivos, que es lo que la mayoría de los economistas califican como una recesión. Pero ¿qué es una recesión?

Una recesión es una caída generalizada de la actividad económica, y lo malo de esto es que esta caída en la actividad económica significa que, al disminuir la producción, disminuye la inversión ante las malas expectativas, por consiguiente baja el empleo y esto hace que  disminuya el consumo, y esto lleva a otra disminución en la producción, pues no hay ventas. Una economía en crisis, pues.

En nuestras Perspectivas Económicas para 2022, ya habíamos anticipado este escenario, dada la política económica neoliberal que instrumenta el actual gobierno, sin apoyos para las empresas durante la pandemia y sin hacer gastos de inversión fija que ayuden al desarrollo del país. Mucho del gasto que ejerce el gobierno es gasto corriente mal dirigido, sin impacto productivo, y que hace cada día un mayor agujero en las finanzas públicas. De manera adicional, es de notar que las economías de México y EEUU ya se han desincronizado, como se aprecia en la siguiente figura, donde vemos que, mientras la economía de nuestro vecino del norte crece, la de nuestro país va para abajo.

Esto es debido precisamente a que mientras en los EEUU se aplican medidas expansionistas (apoyos a las empresas, al consumo bien dirigido, gasto en inversión, como el plan recientemente aprobado), en México se aplica una política económica neoliberal contraccionista.

En este momento nos preguntamos si acaso lo que se quería era desvincular a la economía mexicana de la estadounidense; y si eso era lo que se quería, lo han logrado, solo que no olvidemos que los EEUU son el destino del 80 por ciento de nuestras exportaciones.

Por otro lado, debemos de destacar dos elementos. Es muy probable que los EEUU eleven sus tasas de interés como respuesta a las presiones inflacionarias en aquel país, ¿consecuencias para México? Que nuestro país va a tener que elevar las suyas para retener el dinero de los ahorradores, tanto nacionales como extranjeros, además de que ese es el enfoque del Banxico ante las presiones inflacionarias.

Recordemos que, además como producto de la incertidumbre jurídica en nuestro país, ya han estado saliendo miles de millones de dólares, derivado de la violación del estado de derecho, en especial en un área tan sensible como lo es el nombramiento, totalmente irregular, de la nueva gobernadora del Banco de México (tan solo a lo largo de 2021 dejaron el país 256 miles de millones de pesos, aproximadamente 13 mil millones de dólares, con un tipo de cambio de 20 pesos por dólar). De esta manera, al elevarse las tasas de interés, la recesión se agudizará en México, pues los créditos saldrán más caros y los deudores deberán pagar más por sus créditos. En este contexto, no nos sorprendería un alza en la cartera vencida de la banca comercial ¿acaso por todo este panorama es que se fue el City de México, de este tipo de actividades?

El segundo punto es que las remesas que llegaron a México el año pasado lo fueron por un monto de 51,594 millones de dólares. Si les restamos los 13,000 millones que salieron, el país tuvo aun así un acumulado positivo de 38,594 millones de dólares extras. Benditas remesas, dijo alguien cuando era candidato opositor y criticaba al gobierno en turno por depender de las remesas.

Y para finalizar, la confianza empresarial en nuestro país viene para abajo: el INEGI nos informa que durante enero de 2022, a nivel de sector, el Indicador de Confianza Empresarial (ICE) de las Manufacturas descendió 1.2 puntos frente a diciembre de 2021, el ICE del comercio fue menor en 2.6 puntos y el de la Construcción en 0.7 puntos.

Si no hay confianza, no hay inversiones. Y la confianza, no lo olvidemos, es como la virginidad: solo se pierde una vez.

Una pregunta final ¿y por qué no el gobierno hace ya un plan de vacunación completa para toda la sociedad, desde niños de un año hasta los adultos mayores? Mencionemos que Pfizer BioNTech busca la autorización de su vacuna contra la Covid para menores de 5 años, pero por otro lado, hasta hace poco nuestro gobierno quiso ampararse para no vacunar a niños de 12 a 17 años.

¿Queremos salir de la recesión? Entonces vacunación, vacunación y más vacunación. Si no lo quieren por razones humanitarias, háganlo por razones económicas, pero háganlo.

Cuiden su salud, cuiden su dinero. Usen cubrebocas tricapas o kn95.

[1] Doctor en economía por Sciences Po París; profesor en el Departamento de economía de la UAM Azcapotzalco, viip@azc.uam.mx