Opinión

«La historia que no fue» en Valle de Chalco/Juan Lázaro Santiago

Jessica Rojas no fue

Por Juan Lázaro Santiago/reporterosenmovimiento.com.

Jessica Rojas, la esposa de Paco Tenorio (fundador de Morena en Valle de Chalco), tenía la responsabilidad moral e histórica de disputar en las urnas la alcaldía el próximo 2 de junio.

Ella esperaba ser postulada por Morena, pero no fue así; la gobernadora Delfina Gómez y el secretario general de gobierno, Horacio Duarte Olivares, metieron la mano para que fuera el candidato del presidente municipal Armando García Méndez.

Jessica Rojas podía haberse postulado por partidos aliados como el PT o el PVEM, pero no fue así.

Al menos el PT sí la aceptaría de inmediato, incluso el diputado federal Luis Enrique Martínez Ventura, estaba dispuesto a apoyarla abiertamente.

Pero ella decidió solo aceptar la reelección como diputada local y esperar otro momento.

Al doblar las manos, desmoralizó a miles de vallechalquenses que estaban dispuestas a seguirla y apoyarla en las urnas.

Incluso, había grupos de morenistas que se les unirían durante la campaña y lucharían por el proyecto «Valle de Chalco para los vallechalquenses».

Recordemos que siempre los vallechalquenses «sacan la casta» en los momentos cruciales para rescatar a su municipio.

Ahí esta el caso de Miguel Ángel Luna Munguia, un actor político – apoyado por Luis Enrique Martínez Ventura- a quien su partido, el PRI, le negó la candidatura en el 2003.

Sin embargo, apoyado por miles de Vallechalquenses cumplió con su reto de aventurarse con el PRD a buscar ganar la alcaldía.

Primero fueron al PRI nacional a buscar la postulación y nada.

El PRD le ofreció a Luna la candidatura de Valle de Chalco y aunque el PRI era un partido fuerte, los vallechalquenses le dieron el triunfo al PRD y a su candidato.

Luna Munguia ganó la presidencia municipal gracias al movimiento social que gestó en aquel entonces y a la confianza que le tuvo el electorado.

En la actualidad, Jessica Rojas obedeció más a las órdenes de su referente que a su misma intuición del movimiento que se empezaba a estar en su entorno.

Si ella hubiera aceptado abanderar al PT, en este momento, la contienda fuera entre ella y el candidato de Morena.

Sí ella no hubiera doblado las manos, en este momento habría un movimiento que surgió por si solo «Valle de Chalco para los vallechalquenses».

Pero no, la historia es otra.

En Valle de Chalco ganará la estructura más fuerte, en un territorio cuyo voto esta fracturado por candidatos del PRI, PAN, PRD, PVEM, Nueva Alianza y Morena.

En otra columna hablaremos de ellos.